En una comunidad autónoma con casi 560.000 parados, de los que cerca de la mitad lleva ya más de dos años en esta situación, resulta muy llamativo el bajo grado de ejecución que los anteriores responsables dejaron en la mayoría de los programas que tiene el Servicio Valenciano de Empleo y Formación (Servef) para ayudar a encontrar trabajo a los desocupados o mejorar sus conocimientos.

De acuerdo con los datos facilitados por el propio organismo autonómico, que ahora dirige la socialista María José Mira, hasta el pasado 30 de junio el Servef apenas había dispuesto de poco más de 38 millones de los más de 158 que tenía presupuestados para este año en políticas activas de empleo, el Capítulo IV de las cuentas del ente. Es decir, apenas un 24,21% del total cuando lo lógico es que ya se llevara la mitad o incluso algo más, teniendo en cuenta que en los meses de verano se ralentiza la actividad de la Administración.

Pero es que, en algunos casos, como el citado del Plan de Garantía Juvenil que ya publicó este diario, ni siquiera se han puesto en marcha. Es lo que ocurre con el apartado de Inserción Laboral, que sufraga los programas de orientación. Es decir, el acompañamiento que el servicio público de empleo debería ofrecer a las personas con especiales dificultades para encontrar trabajo „como los desempleados de larga duración o los mayores de 45 años„ y, especialmente, a aquellos que tienen riesgo de caer en la exclusión social. Sin embargo, hasta junio no se destinó ni un solo euro.