La turbulenta relación que mantuvieron los institutos tecnológicos con la Conselleria de Economía ha entrado en fase de estabilización como consecuencia del cambio de Gobierno tras el 24M. Sin embargo, los centros de I+D+i valencianos no van a tener en el nuevo equipo un respaldo incondicional y acrítico. El departamento que dirige Rafael Climent ha puesto en cuarentena y revisión la gestión de los institutos y no descarta incluso desempolvar el plan de fusiones de su antecesor Máximo Buch para estudiar posibles integraciones con el fin de optimizar los recursos.
Fuentes de la conselleria señalan que en la actualidad el equipo de Climent está analizando página a página el destino y justificación de las ayudas públicas que reciben los institutos y los denominados Centros Europeos de Empresas de Innovación (Ceeis) en forma de subvenciones para proyectos y gasto corriente.
Lo cierto es que ya son dos los institutos que ya están bajo a lupa de la Fiscalía Anticorrupción y los juzgados. El Instituto de la Imagen y la Óptica (Aido) tiene a toda su cúpula directiva imputada por presuntos delitos de fraude en subvenciones. La UDEF ha reclamado además al Servef la documentación de las subvenciones entre 2008 y 2015 concedidas al centro tecnológico de óptica y a tres entidades vinculadas a los productores audiovisuales por un importe cercano a los 1,8 millones de euros, tal como reveló Levante-EMV.
El fiscal también investiga el destino de los cinco millones de euros de fondos europeos que el Instituto de la Contrucción (Aidico, ahora en pleno proceso de desmantelamiento y venta de unidades productivas) gastó en el Instituto del Mármol de Novelda, un proyecto inacabado cuyo esqueleto sin terminar simboliza el final de una época de gasto desmesurado. Anticorrupción investiga si parte de los fondos Feder que Aidico recibió para construir el nuevo centro dedicado al mármol se destinó a otras cuestiones como al pago de nóminas atrasadas y tapar agujeros del instituto.
Economía revisa no sólo la gestión de los fondos públicos de Aidico y Aido, sino que ha puesto bajo vigilancia también la del resto de centros. Comparte la idea de que algunos de ellos están sobredimensionados y que existen duplicidades y no descarta propiciar fusiones, algo que también intentaron en vano Máximo Buch y el exdirector del Ivace, Joaquín Ríos. De momento, sólo los institutos del metal (Aimme) y la madera (Aidima) ha alcanzado un acuerdo de integración que culminará definitivamente a principios del año que viene.
Consenso con los empresarios
En cualquier caso, en la Conselleria de Economía son conscientes de que la relación con los institutos, que consideran un elemento clave de apoyo a la competitividad de las pymes, es delicada y requiere de consensos con los empresarios. En muchos casos participan en los consejos rectores de unas entidades que, pese a contar con un elevado porcentaje de financiación pública, tienen consideración de entidades de derecho privado y completa autonomía en la gestión.
