Las conselleries de Hacienda y Economía se han dado de plazo esta semana para cerrar un acuerdo en el reparto de competencias en materias de incentivos a pequeñas y medianas empresas zanjar así un conflicto que arrastran desde que tomaron posesión los nuevos titulares Vicent Soler y Rafael Climent, respectivamente.
Las discrepancias de criterio surgieron cuando el Instituto Valenciano de Finanzas dirigido por Manuel Illueca quiso recuperar las políticas de financiación a empresas que el PP trasfirió al Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (Ivace) la pasada legislatura. Illueca llegó a Hacienda con un proyecto muy concreto sobre el papel que podía jugar el IVF en materia de promoción del tejido productivo como proveedor de financiación y con planes para optimizar al máximo las líneas de incentivos de la Comisión Europea, como las que contempla el Horizonte 2020, al igual que las del ICO.
Sin embargo, la incorporación de Francisco Álvarez a la Dirección General de Economía Sostenible y los deseos de Rafael Climent de convertir el respaldo a las pymes valencianas en el eje discursivo de su conselleria han bloqueado los planes de Soler e Illueca. Ambos departamentos se disputan las competencias. «El IVF será un banco público tal como recogía el Acuerdo del Botánico», dijeron ayer desde la Conselleria de Hacienda en referencia al pacto programático entre PSPV, Compromís y Podemos que sentó la bases del gobierno compuesto por los dos primeros partidos. «Una cosa es dónde se deposita el dinero y otra dónde es gestiona», manifestaron fuentes de Economía dando a entender que no renuncian a mantener competencias en la materia.
En teoría esta semana debería resolverse el reparto para poder remitir al pleno del Consell los reglamentos funcionales de cada departamento. A día de hoy el acuerdo podría cerrarse repartiendo las líneas de ayudas en función de su características. Economía conservaría algunos programas y Hacienda recuperaría otro. En cualquier caso, como proveedor de los fondos vía captación de créditos el IVF se reservaría la última palabra a la hora de autorizar los préstamos y avales y analizar los riesgos. Del mismo modo los comités encargados de dar luz verde a las operaciones contarían con presencia de los dos departamentos. La idea es cerrar el pacto y hacer una presentación conjunta de los nuevos planes de la Generalitat para el respaldo a la competitividad y la financiación de tejido productivo valenciano y sus pymes.
La pugna entre Economía y Hacienda ha sido una de batallitas que ha deslucido la puesta en marcha del nuevo Ejecutivo autonómico que preside Ximo Puig, si bien es cierto que también los antecesores en los dos departamentos Máximo Buch y Juan Carlos Moragues tuvieron sus más y sus menos en esta materia durante la pasada legislatura.
