El nuevo presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia (APV), Aurelio Martínez, tomo ayer posesión del cargo al sustituir a Rafael Aznar y anunció nada más desembarcar en el recinto del Grao importantes cambios en la gestión de la entidad dependente de Puertos del Estado, que también gobierna los enclaves de Sagunt y Gandia. El exconseller, expresidente del ICO y de la Fundación Valencia CF considera necesario modificar el plan estratégico 2010-2020 ante la previsible ralentización de los tráficos de mercancías por la caída del comercio internacional —sobre todo por la coyuntura de China y países emergentes— y la elevada deuda de la APV (el pasivo toral se aproxima a los 600 millones de euros) tras una etapa de enormes inversiones en diques y muelles.

Martínez, arropado por el presidente de Puertos del Estado, José Llorca y por el delegado del Gobierno, Juan Carlos Moragues —representantes del Ejecutivo central—, así como por la consellera de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio, María José Salvador, advirtió de que la «gestión y eficiencia» tendrán prioridad en su etapa al frente de la APV.

El máximo mandatario del puerto quiere ampliar la base de clientes (navieras), poner el puerto al servicio de las pymes exportadoras, aumentar la rentabilidad y la cifra de negocio, pasando de 120,9 millones en 2014 a unos 204 en 2020. Y quiere mejorar la relación con los entornos urbanos de los tres puertos de la APV.

El plan estratégico contemplaba alcanzar una facturación de 240 millones en 2020, una cifra «inalcanzable», según Martínez «dadas la incertidumbres del mercado chino, Grecia, el estancamiento de Rusia y Brasil, la desaceleración de EE UU, Francia o Japón, así como la caída de los precios de las materias primas», entre otros factores. En su opinión, «eso dibuja un marco en el que va a ser clave un cambio de mentalidad y el refuerzo del área comercial».

Pendiente del nuevo equipo

La APV tiene tres nuevos consejeros (Joan Ribó, Inmaculada Rodríguez-Piñero y Josep Vicent Boira). Martínez tendrá que decidir en breve si mantiene al actual director general, Ramón Gómez-Ferrer, o si opta por un relevo. Este puesto podría ser ocupado por el director del puerto de Tarragona, Francesc Sánchez, quien fue subdirector de la APV. Podría contar con el propio Aznar, quien ha sido presidente desde 2004, en el área comercial. En noviembre de 2014 fue imputado por presuntas anomalías en la gestión del puerto.