Wall Street se desinfló en la recta final y borró las ganancias acumuladas durante el día tras las medidas anunciadas por China, y el Dow Jones cerró con un descenso del 1,29 % un día después del desplome de los mercados mundiales.

Ese índice perdió 204,91 puntos y terminó en 15.666,44 unidades, mientras que el selectivo S&P 500 retrocedió un 1,35 % hasta 4.506,49 enteros y el índice compuesto del mercado Nasdaq bajó un 0,44 % hasta 1.867,62 unidades.

Los operadores en el parqué neoyorquino terminaron en números rojos por tercer día consecutivo pese a que durante la mayor parte de la sesión se anotaron importantes ganancias en lo que parecía una jornada de rebote tras el desplome de los mercados el día anterior.

Los tres indicadores de Wall Street arrancaron con fuertes subidas animados por las medidas anunciadas en China para intentar atajar la crisis bursátil que ha sacudido los mercados y que ha acentuado las dudas sobre la segunda economía mundial.

El Banco Popular de China rebajó hoy los tipos de interés de los préstamos y depósitos redujo el coeficiente de caja de los bancos, en el segundo "doble recorte" que adopta en los últimos dos meses, después del anunciado el pasado 28 de junio.

Hacia el ecuador de la sesión los mercados siguieron apuntando a una jornada de rebote tras conocerse, además, un buen dato sobre la confianza del consumidor en agosto y un aumento de las ventas de viviendas nuevas en julio.

Sin embargo, en la última media hora se borraron los avances y todos los sectores cerraron a la baja, como el industrial (-1,16 %), el de materias primas (-0,89 %), el energético (-0,77 %), el financiero (-0,64 %) o el tecnológico (-0,58 %).

Salvo Apple (0,60 %) y Disney (0,56 %), el resto de valores del Dow terminaron con pérdidas, encabezados por Merck (-5,26 %), Chevron (-2,91 %), Microsoft (-2,90 %), Verizon (-2,73 %) o General Electric (-2.47%).

Al cierre de la sesión, el petróleo de Texas avanzaba a 38,92 dólares, el oro cedía a 1.139,3 dólares la onza, la rentabilidad de la deuda pública a diez años subía al 2,092 % y el dólar ganaba terreno al euro, que se cambiaba a 1,1496 dólares.