El departamento de análisis de Bankinter ha advertido de que el ajuste en las Bolsas asiáticas «es serio» y responde al estallido de una triple burbuja china en crédito, inmobiliario y en las bolsas. «No se trata de un ajuste de mercado de corto plazo, sino de algo más serio», adelantan. Los expertos afirman que el modelo de crecimiento chino «no es sostenible en el tiempo», por lo que parece que ha llegado el momento del ajuste.

En este sentido, explican que Pekín ha empleado todas las medidas de política monetaria a su alcance, tanto ortodoxas como no ortodoxas, para reconducir la situación, pero no ha dado resultado. También recuerdan que China representa el 15,4% del PIB mundial, tan solo por detrás del de Estados Unidos, cuando Japón tiene un peso del 5,4%, Alemania del 3,7% y España del 1,6%.

«Un aterrizaje brusco de China es mucho más difícil de gestionar que una crisis griega», apuntan, dado que el PIB de Grecia apenas representa un 0,3% del PIB mundial. «La desaceleración de la economía china es una realidad preocupante y no solo un asunto de percepción de mercado», destacan.

Más allá de la situación del gigante asiático, los expertos advierten también de Brasil, donde se vive un periodo de recesión único a los serios problemas políticos y de corrupción; y de Grecia y España, con procesos electorales próximos.

Por su parte, el director de Producto en Asia de Fidelity, Matthew Sutherland, ha explicado que el mercado chino ha caído en los últimos días ante la evidencia de la desaceleración económica a raíz de indicadores como las ventas de automóviles o el uso de electricidad. También atribuye el desplome a que el programa de reformas puesto en marcha «parece estar tropezando en un par de áreas», entre ellas crear más competencia y reducir el intervencionismo. Por último, apunta a que la decisión de provocar el debilitamiento del renminbi fue percibida por algunos analistas «como una debilidad» procedente de la necesidad de estimular las exportaciones.

Aunque precisa que Fidelity, como casa de análisis, no tiene una visión de la situación, el consenso de su equipo de inversiones asiático ha llegado a la conclusión de que el crecimiento chino se está desacelerando, pero no parando.

Así, recuerdan que el programa de reformas continúa adelante pese a los bache y avanzan que probablemente se produzca pronto una mayor relajación monetaria que ayude al país en la última recta del año. Asimismo, precisan que la intervención en los mercados de capitales ha sido desordenada, pero no indica que haya un desastre económico.

El banco HSBC, por su parte. considera que el Gobierno chino tiene aún un amplio margen para impulsar el crecimiento económico del país recurriendo a estímulos fiscales y monetarios, en contra de los temores despertados a raíz de las devaluaciones del yuan y sus pobres datos de actividad industrial. «Los legisladores de Pekín tienen aún suficiente munición en el frente monetario y en el fiscal», dijeron los analistas de HSBC, Qu Hongbin, economista jefe del banco en China, y Julia Wang, en una nota hecha pública ayer.

Mientras, el gestor de fondos FF Japan Smaller, Jun Tano, ha afirmado que pese a que la desaceleración de china es una noticia «claramente negativa», no aparecerá una recesión global en el futuro siempre que la economía de EE.UU. continúe estable.