La naviera valenciana Baleària ha encargado dos ferris con capacidad para más de 1.500 pasajeros que, en principio, unirán la Península con Baleares dentro de dos años y medio. Los barcos tendrán bares, restaurantes, piscinas y gimnasios, y dispondrán de motores duales para ser utilizados con gas natural o diésel. La empresa ha firmado esta semana un acuerdo de intenciones con el astillero bilbaíno Construcciones Navales del Norte (LaNaval). El acuerdo de intenciones se prevé que sea firme en dos meses. Baleària opera en el Mediterráneo y el Caribe con 24 barcos, siete de ellos fletados.

Los dos buques estarán entre los de más capacidad de Europa y entre los de mayor tamaño construido por un astillero español, con una eslora de 225 metros y una manga de 30,4. La capacidad definitiva del pasaje va a depender del diseño final de los salones. La primera construcción, que se iniciará a lo largo del próximo año, se prevé que pueda estar operativa para el primer trimestre de 2018.

Los dos barcos van a ser los primeros ferris de pasaje propulsados por gas licuado en España. La naviera de Dénia llevaba varios años barajando la posibilidad de utilizar motores de gas. De hecho, la compañía tiene un acuerdo de I+D+i firmado con Rolls Royce desde finales de 2012 para estudiar el desarrollo de este tipo de turbinas, que permiten reducir un 30 % las emisiones de CO2 y bajar sensiblemente los costes de combustible. Además, la posibilidad de operar en las maniobras de los recintos portuarios con motores de gas van a permitir en un futuro un importante ahorro de tasas portuarias con las nuevas normas ambientales.

El presidente de Baleària, Adolfo Utor, señaló que «la inversión en la construcción de nuevos barcos es la forma de poder crecer y ser más competitivos». Utor añadió que serán buques tecnológicamente «muy avanzados e innovadores por su propulsión y por la incorporación de sistemas que mejoran la ecoeficiencia, a la vez que ofrecen un mejor servicio y confort a los clientes».

El director general de LaNaval, José Ignacio Irasuegui, apuntó que el acuerdo «supone un hito» para su astillero y confió en establecer una relación a largo plazo con Baleària, así como «la consolidación de su estrategia en el mercado de buques de pasaje y de embarcaciones de alto contenido tecnológico».

La naviera se encuentra actualmente creciendo en el Caribe, donde cuenta con una línea entre Fort Lauderdale y Grand Bahama. Además, ha obtenido las autorizaciones de Estados Unidos para operar entre Cuba y Florida, y ahora espera el permiso de La Habana.