Las empresas han convertido la gestión del talento en uno de los pilares básicos para conseguir rentabilidad en las organizaciones.

Los Recursos Humanos de las grandes compañías de nuestro país apuestan por profesionales especializados, con un perfil altamente competitivo y, sobre todo, que ofrezcan resultados en poco tiempo.

Sin embargo, España ocupa el puesto 35 del GTCI (Indice Global de Competitividad del Talento), ranking basado en la capacidad de atracción y retención del talento, sobre un total de 103 países de todo el mundo.

El estudio revela que los perfiles con mayor competitividad profesional se encuentran en países como Suiza, Singapur o Dinamarca, mientras que en España 1 de cada 5 adultos se quedan en el nivel más bajo o por debajo de la media en formación.

Datos alarmantes si tenemos en cuenta que en el entorno actual, las empresas están obligadas a ser extremadamente competitivas y contar en su equipo con profesionales eficientes con cualidades específicas. “Deben ser perfiles flexibles y dinámicos, que sepan adaptarse a los cambios de manera rápida y cumplir con las altas exigencias de su entorno” afirma Jesús López, Subdirector del Master en Administración de Empresas (MBA Executive) de la Cámara de Comercio de Valencia

La formación es fundamental para conseguir éstas habilidades, optar a la exigente demanda laboral y ofrecer experiencia en aquellas nuevas áreas, como la tecnología o el marketing on line. Según Adecco, las personas con estudios y una formación más específica encuentran mejor trabajo y de forma mucho más rápida.

?Por otra parte, las empresas deben facilitar a los empleados la mejora de sus capacidades y conocimientos a través de la formación, para que los equipos de trabajo resulten competitivos y estén actualizados en las labores que deben realizar.

?Los empleados se convierten, por tanto, en los pilares de la empresa, y la gestión del talento como el engranaje fundamental para conseguir grupos de trabajo multidisciplinares, motivados y capaces de dar lo mejor de sí mismos en cualquier situación.

Saber gestionar y retener el talento es la pieza perdida del puzzle que las empresas españolas deben completar para no perder a profesionales preparados y motivados, los mismos que pueden conseguir mejorar la eficacia y rendimiento de sus empresas.