La Generalitat cuenta con un nuevo aliado en defensa del Corredor Mediterráneo. El Ejecutivo aragonés y el valenciano iniciaron ayer una «relación estable» para compartir una «estrategia común» en la ordenación de sus respectivos territorios y que tiene como asunto prioritario la defensa del Corredor Mediterráneo ferroviario para mercancías, un asunto hasta ahora —en tiempos de las administraciones autonómicas del PP— percibido como «el enemigo a batir», así como «un obstáculo» para desarrollar proyectos conjuntos y del que «ha llegado el momento de cambiar dicha percepción».

Así se expresaba ayer el consejero de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda del gobierno de Aragón, José Luis Soro, quien mantuvo un encuentro de trabajo en Valencia con la consellera del mismo ramo, María José Salvador. Ambos coincidieron al reivindicar que el Ministerio de Fomento «debe pagar el 100 %» de las obras de modernización de la línea ferroviaria Zaragoza-Teruel-Sagunt, un ramal clave para el comercio exterior del puerto de Valencia y que reclaman los empresarios para impulsar la competitividad económica de la Comunitat Valenciana.

La firme defensa del nuevo Ejecutivo aragonés sobre el Corredor Mediterráneo se produce después de que el Ministerio de Fomento vuelva a dejar en 2016 sin apoyo financiero a la citada línea férrea de Teruel. Aragón, que históricamente ha respaldado el eje central —al que no renuncia—ha dejado aparcado en estos últimos años la apuesta que más defiende el Consell y los empresarios. Los responsables de Infraestructuras de ambas autonomías indicaron que no aceptarán «actitudes sumisas» ante el Gobierno central y exigirán «alto y claro» que aporte financiación para modernizar «una vía clave para el siglo XXI», aunque su estado actual «es del siglo XIX». El plan de modernización de este trazado, en su primera fase, requiere una inversión inicial de unos 40 millones de euros. Los empresarios de la Comunitat Valenciana y Aragón sostienen que ha llegado el momento de que el Gobierno considere «prioritaria» la mejora de la línea férrea Valencia -Zaragoza dentro del denominado corredor Cántabro-Mediterráneo. Sostienen que hay que hacer frente a una situación de despilfarro que en términos económicos, medioambientales y de potencial de crecimiento y competitividad supone el «abandono» de esta línea.

La conselleria Salvador comentó que la Generalitat no se conforma con la puesta en marcha del tercer carril y «con tan solo 122 millones presupuestados para 2016». En ese sentido, indicó que irán «más allá» en la modernización del tren de Teruel «porque es una cuestión estratégica» para los puertos valencianos además de puerta de acceso al norte de Europa. La Delegación del Gobierno salió al paso de las críticas de la consellera Salvador al indicar que el Ministerio de Fomento habrá destinado más de 5.000 millones de euros al Corredor Mediterráneo en esta legislatura. Y añadió que en 2016 se destinarán 444,9 millones en obras del Corredor Mediterráneo en la Comunitat Valenciana.

Los empresarios y la APV reclaman el eje cantábrico por el tirón del automóvil

El crecimiento del tráfico de vehículos en el puerto de Valencia, tras la apuesta de grandes multinacionales del sector con Ford, General Motors y Renault (las factorías de estas dos últimas, en Zaragoza y Palencia, también usan las terminales del recinto de Grao para exportar), ha levado a la Autoridad Portuaria de Valencia (APV) y a los empresarios valencianos y aragoneses a reivindicar la modernización del eje Mediterráneo-Cantábrico. Los consejeros de Aragón y de la C. Valenciana visitaron ayer las terminales de Noatum y Valencia Terminal Europa (Grimaldi). A este encuentro se unió el presidente de la APV, Aurelio Martínez, así como el de la patronal autonómica Cierval, José Vicente González. Fuentes de la APV aseguraron que «estos encuentros son fundamentales para poner en común necesidades, objetivos y establecer criterios para seguir avanzando en un corredor que beneficiará a las dos regiones y, en especial, al tejido empresarial».