El conseller de Economía, Rafael Climent, anuncia que la nueva política de reindustrialización tendrá en cuenta las particularidades de cada territorio, su tejido productivo tradicional, y que en consecuencia "no se podrá desarrollar exclusivamente desde la capital valenciana".

En una entrevista con EFE, el ex alcalde de Muro (1999-2015) por el Bloc y Compromís y antiguo profesor de Filología Clásica afronta el salto de la política local a la autonómica desde un despacho en el complejo 9 d'Octubre con vistas a Feria Valencia, quizá el asunto más delicado al que se enfrenta en esta nueva etapa.

"No tenemos un sector primario y de transformación que sea potente, y quizá por eso estamos más expuestos a la crisis cíclicas. No hay alternativa a la reindustrialización. Tengo claro que en una legislatura no se hace efectivo un cambio de modelo productivo, quizá harán falta 30 años, pero si no empezamos a marcar las pautas no cambiará nada", advierte.

Para Climent, el objetivo "número uno" es el empleo estable y de calidad, algo que "sólo se conseguirá mediante un sistema productivo potente".

Así, desde la Mesa de la Reindustrialización que planea la Conselleria de Economía se citará a representantes de los principales tejidos productivos de las comarcas valencianas, desde la industria del zapato de Elche y Torrellano al azulejo de Villarreal, pasando por el textil de l'Alcoià-Comtat, explica el conseller.

"Hemos de saber cuál es la realidad en la que nos movemos, lejos de la política ficción. La pequeña y mediana empresa, la que tiene menos de diez empleados, representa el 88 por ciento del total", explica el conseller, quien se muestra convencido de que "además, es la que da vida a la ciudad, dinamiza y favorece la convivencia".

"Esa es nuestra base económica, la realidad de la que tenemos que partir para hacernos fuertes. No estamos en contra de lo grande, pero se ha de hacer política desde abajo, consolidar lo tradicional y aportar valor añadido, tecnología e investigación", añade.

En este sentido, el titular de Economía señala como claves la mejora de la competitividad y el "reto de la sostenibilidad en sus tres vertientes: la rentabilidad económica, el retorno social y el respeto por el medio ambiente".

"Añadiría algo más, algo en lo que trabajamos, nos gustaría empezar a hablar de la coopetitividad, competitividad desde la cooperación, porque hay muchas empresas que si tuvieran capacidad de trabajar juntos podrían ser muy competitivas en cualquier mercado", explica.

En materia de paro, el conseller rechaza plantear un objetivo concreto de creación de empleo y apunta que "una de las primeras acciones será volver a los pactos por el empleo", aunque advierte que no le gusta el "café para todos" que a su juicio han supuesto hasta la fecha los cursos de formación.

"Las necesidades en el sur no son las de La Safor o el norte, hay que singularizar el problema en cada territorio, y si es necesario habrá 9 ó 10 pactos diferentes en función de las necesidades", subraya Climent, quien además contempla como ineludible "la evaluación posterior".

En este sentido, anuncia cambios en el Servef; "hay que cambiar incluso el nombre, darle la vuelta como a un calcetín" tanto en el modelo como en las formas, para propiciar el contacto directo entre quien reclama y ofrece empleo.

Como es habitual en sus últimas comparecencias públicas, guarda hermetismo sobre sus planes para Feria Valencia hasta el próximo jueves, cuando se reunirá con el presidente de esta institución, José Vicente González.

"Que (la Feria) es una carga es seguro, que no se han hecho las cosas bien es una realidad, son 700 millones de euros de deuda, más intereses hasta 2027, alrededor de 1.000 millones de los que se tendrá que hacer cargo la Generalitat", explica.

"Al margen de la realidad económica, los empresarios piensan que puede ser útil y nosotros estamos en la obligación de hacerla rentable, pero si aportamos dinero, tendremos que controlar lo que se hace", agrega el conseller.

Preguntado por la polémica surgida en torno a las competencias del IVF (que finalmente gestionará Hacienda) y el IVACE, Climent resume: "se ha escrito más de lo que ha pasado. Soler y yo tenemos una excelente relación y tenemos claro por qué estamos aquí, no es para colgarnos medallas".

"Este asunto no se cerró en el pacto del Botánico, quizá deberíamos haber esperado a que se discutiese en este ámbito, pero por ansiedad (por su parte y por la de Soler) de querer solucionar las cosas...", reconoce.

Finalmente, explica, Economía "no entrará en los asuntos del banco público, pero en todo lo que tenga que ver con el ámbito privado vamos a codecidir, la dirección general de Economía estará presente".

Sobre las actuaciones territoriales estratégicas (ATE), Climent es tajante: "generan muchas suspicacias, si dependiese de mí la revisión de esta figura lo tendría claro. Hay otros mecanismos para agilizar proyectos sin suprimir la autonomía municipal".