El escándalo de Volkswagen ha puesto bajo el punto de mira están a los vehículos «Euro 6», que prometen menos emisiones. «Lamentablemente, las pruebas científicas nos dicen que no vamos por el buen camino», recalca Vicente Franco. Un ejemplo son «esas nubes oscuras que cubren las grandes ciudades por culpa de ese óxido de nitrógeno de los coches», un problema «que incide sobre la salud de las personas al agravar los problemas respiratorios», destaca.

La UE anunció en su día que para 2017 se obligará a realizar las pruebas de contaminantes en carretera, no en laboratorio, «pero la industria automovilística de Europa se opone», señala Vicente Franco, quien confía en que con este escándalo puede darse un impulso. Aclara que «la culpa aquí no es únicamente de los fabricantes, sino de unas instituciones europeas que no se han tomado en serio el problema», apuntando que «sería importante que se crease una entidad similar a la EPA estadounidense». Las principales consecuencias, al margen del engaño al consumidor, es «la más que probable caída de ventas en el mercado de diésel», aunque cree que «los ciudadanos seguirán comprando coches, pero quizás orientándose a los híbridos o eléctricos. Con todo ello, insiste en que «la dimensión del problema es gigantesca, sin duda lo más gordo que ha pasado en décadas en el sector, y todo lo hemos trasladado a las instituciones que deben legislar y que son las que deben exigir una solución tecnológica real y limpia».