¿Ha terminado definitivamente la crisis o quedan peligros latentes?
Somos la economía que más crece de la zona euro. Tenemos un crecimiento intertrimestral del 3,4 %. Sin embargo, es algo favorecido por la caída del precio del petróleo, la rebaja del IRPF, la política monetaria del Banco Central Europeo, la llegada de turistas por la crisis de los destinos árabes y la vuelta del crédito de la banca. Todos son factores coyunturales y hay que tener en cuenta que quedan muchas familias con todos los miembros en paro y un elevado porcentaje de desempleo juvenil. Si el crecimiento actual se mantiene durante mucho tiempo conseguiremos reducir los factores estructurales.
Entonces, ¿sí que ha acabado a nivel coyuntural pero no estructural?
A nivel estructural hay un modelo económico que hay que cambiar. Son necesarias más reformas estructurales. De todas formas, si esta situación continúa durante mucho tiempo tendremos más oportunidades por vía de recaudación de corregir la desigualdad. Desde luego, hay peligro de que esto no se mantenga así.
¿Cuáles son los riesgos?
Hace unos años quién nos iba a decir que íbamos a tener esta situación de incertidumbre con Cataluña o que iba a pasar la crisis de los refugiados. Eso genera incertidumbre. Siempre hay peligros. Las economías emergentes, sobre todo China, han reducido su crecimiento. La eurozona también y es nuestro principal mercado. El FMI dice que hay un 10 % de posibilidades de que la eurozona entre en recesión y esto frenaría nuestro crecimiento. Son riesgos que están ahí.
¿Qué pasaría si la crisis política va a más en Cataluña?
Es un factor que amenaza la recuperación económica. A mí no me gusta hablar de situaciones utópicas y hoy por hoy lo veo imposible. Yo lo interpreto como un pulso político negativo para la economía española, para la valenciana y, sobre todo, para la catalana. Los políticos catalanes han lanzado un pulso para conseguir más financiación. La comunidad catalana está infrafinanciada, pero la valenciana todavía más. Vino a la Facultad de Economía Antoni Castell, conseller de Hacienda con Montilla durante el tripartito, y reconoció que si ellos estaban infrafinanciados nosotros todavía más. Con lo que nos llega del Gobierno central ni siquiera tenemos para pagar competencias básicas como la educación o la sanidad.
¿Somos la autonomía peor financiada de España?
Nosotros gastamos menos que la media en educación y sanidad por habitante. En los otros conceptos somos la penúltima autonomía en gastos por habitante. Son los conceptos del llamado despilfarro, aunque yo no lo veo. Cosas como la Ciudad de las Ciencias, que es cierto que ha costado mucho más de lo presupuestado pero ahí queda una obra emblemática. A pesar de gastar menos que la media en los conceptos gordos (educación y sanidad) tenemos una situación deficitaria. Es una situación insostenible y reconocida por el anterior conseller de Hacienda y por el nuevo. Yo creo que hasta el Gobierno central lo sabe, pero nunca es el momento de tocar ese tema.
¿A quién perjudica más la independencia de Cataluña?
A los catalanes. A parte de los costes de crear un Estado nuevo, los bancos tendrían que irse de Cataluña porque no podrían pedir prestado al Banco Central Europeo. Tampoco podrían acceder a los fondos estructurales de la Comisión Europea y eso es importante que lo sepan los agricultores catalanes. No podrían endeudarse en el exterior y si fuera factible tendrían unas primas de riesgo altísimas. El comercio con España se desplomaría, caerían las inversiones extranjeras y se deslocalizaría la industria. Es algo inimaginable. Yo creo que esto lo sabe todo el mundo. Muchas veces los políticos consiguen manipular a la opinión pública, pero esto lo saben ellos. Lo que quieren es obtener financiación y al final todo se apaciguará con dinero. No se tenía que haber llegado a esta situación. Deseo que se arregle pronto porque lo mejor para la economía es la estabilidad. Lo que queremos las personas al final es vivir a gusto.
Acaba de salir la cifra del paro, que ha subido en 26.087 personas en septiembre y deja la cifra total en 4.094.042 desempleados. ¿Cuándo empezará a crearse empleo con fuerza?
En la economía española se decía que hacían falta dos puntos y medio de crecimiento del PIB para que se creara empleo. Con las reformas estructurales que ha habido, el mercado laboral es más flexible y con menor crecimiento se puede crear empleo. Si avanzamos un poco más en la flexibilización, que no es lo mismo que precarización, y se mantiene el crecimiento habrá más empleo.
Usted ha estudiado el impacto de la universidad pública en la economía. ¿Qué repercusión tiene en términos reales en el PIB?
Tiene mucho impacto. En el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE) de la Universitat tres profesores hemos elaborado el tercer informe sobre contribución socioeconómica de las universidades en la Comunitat Valenciana. El impacto es cada vez mayor. La universidad es el mejor ascensor social. Los universitarios contribuyen a reducir la tasa de paro en tres o cuatro puntos y cobran un 66 % más que los que solo tienen el bachillerato. Todo el dinero invertido por el Estado se recupera con creces. El retorno es de dos euros y medio por cada euro invertido. La contribución al crecimiento del PIB es de alrededor del 20 % en la última década.
¿Por qué?
Por que las universidades crean empleo, generan capital humano e invierten en I+D. En España el 26 % de los gastos en I+D son de las universidades y en la Comunitat Valenciana la cifra se eleva al 49 %. Esas tres grandes aportaciones explican la importancia de las universidades públicas en el crecimiento del PIB.
¿Hacia dónde debe ir el tejido empresarial valenciano?
Hacia las actividades con más futuro. Si yo fuera empresario no me pondría a producir botijos. Invertiría en sectores con valor añadido.
