El pleno de Les Corts Valencianes ha acordado hoy validar el decreto ley del Consell que modifica las competencias del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) y del Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (IVACE), y con el que se ponen las bases para un futuro banco público en torno al IVF.

La convalidación del decreto ha contado con el apoyo del PSPV, Compromís y Podemos, mientras que tanto el PP como Ciudadanos han votado en contra.

La nueva norma ha sido presentada por el conseller de Hacienda, Vicent Soler, quien ha resaltado que el objetivo es aplicar un "cambio radical" en el IVF y reordenar las competencias del IVACE para lograr una gestión de los recursos públicos "más eficaz y eficiente", al servicio del cambio del modelo productivo.

Soler ha resaltado que, con el marco competencial heredado del anterior Consell, el IVF no podía conceder préstamos ni avales a empresas privadas, con lo que no se podían cumplir los objetivos del Pacto del Botánico, ni tenía capacidad de acceso a los mercados de capital.

Con el nuevo marco competencial, el IVF podrá desarrollar su papel como instrumento de crédito del Consell, mientras que el Ivace amplía sus competencias en el desarrollo de la economía social y el cooperativismo, a través de un instrumento financiero dotado económicamente por el IVF en su capital inicial.

El nuevo IVF desarrollará una política crediticia autónoma e incluirá en su consejo general a consejeros independientes, y se le dota de una estructura profesional con el fin de facilitar el crédito tanto a las empresas como a las familias con dificultades para acceder a servicios financieros.

El diputado socialista José Muñoz ha defendido la necesidad de este cambio debido a que el IVF ha actuado como "un chiringuito para dar créditos a empresas vinculadas al PP", y ha concedido créditos "sin rigor" que han dejado una tasa de morosidad del 62,5 %, por lo que ha pedido responsabilidades.

Muñoz ha sostenido que es necesario un IVF que actúe con "rigor, fiabilidad y transparencia" y que sea un instrumento "ágil" que permita financiarse a las empresas privadas, sobre todo a las pymes, con microcréditos.

El diputado del PP Rubén Ibáñez ha lamentado que el Consell gobierne a base de "decretazos", que en este caso ha atribuido a un "juego de tronos" y a un "cambio de sillas", pero que no es una urgencia ni una necesidad, por lo que se podía haber incluido en la ley de Acompañamiento a los Presupuestos de la Generalitat.

El Consell "ha pasado del 'rescatemos a las personas' al 'vamos a montar un banco público para financiar a las empresas'", ha criticado Ibáñez, para quien lo que "esconde" esta "imposición" son las "ansias" de cada Conselleria por "acaparar el poder", mientras "pierden las personas, a las que no rescatan".

El diputado de Ciudadanos Antonio Woodward se ha opuesto a este "decretazo" porque contiene varias "incongruencias" y porque supone el principio de un nuevo banco público, que nace "con visos de convertirse en un banco malo o banco tóxico" que tendrán que pagar los valencianos, y que además será "dirigido por políticos".

Compromís ha apoyado esta medida, porque es "el primer paso" para que el IVF actúe como banca pública, y Podemos ha destacado que el IVF podrá cumplir su papel de complemento del sector financiero privado.