Feria Valencia trabaja con la expectativa de tener cerrada su nueva estructura empresarial para que sea aprobada por el patronato previsto, como todos los años, para el mes de diciembre. Será una reunión de mucha trascendencia, dado que en esa fecha corresponde renovar o no la presidencia de la institución. José Vicente González, que compagina ese cargo con el liderazgo en la patronal autonómica Cierval, no ha desvelado sus intenciones, pero todo indica que continuará hasta que esté en marcha el nuevo modelo.

Un grupo de trabajo constituido por la Conselleria de Economía, el ayuntamiento de Valencia y la propia Feria, e integrado por abogados y economistas, estudia desde finales de septiembre el diseño final, que parte de la premisa de que habrá un consorcio público liderado por la Generalitat que se hará cargo de la deuda, los inmuebles y la concesión y una gestora de la actividad ferial que funcionará como una empresa privada y donde se espera que participe algún operador del sector que aporte negocio a la institución. Lo que el citado grupo debe determinar es qué participación tendrá en esa mercantil el sector público, como quieren el conseller Rafael Climent y el alcalde Joan Ribó, la naturaleza jurídica final de la entidad y los cambios que habrá que hacer en los estatutos actuales, entre otras cuestiones.

Si llegan a tiempo para el patronato y este aprueba las propuestas, luego habrá que ponerlas en marcha. No será una tarea rápida. Las fuentes consultadas por este diario aseguraron que, dependiendo de la complejidad de la reforma, la nueva institución podría tardar en nacer tres meses, seis o un año.