El catedrático de Economía de la Universitat de València no ocultó a lo largo de su exposición que «lo más preocupante del puerto de Valencia son los costes —entre el 20 % y el 30 % superiores a sus más directos competidores— y la productividad, también inferior». Así se refería el presidente de la APV a los costes de la estiba, entre otros servicios. Para hacer frente a esta cuestión, considera necesario un «esfuerzo de todos» los sectores que trabajan en el puerto e indicó que convocará una reunión para analizar dónde pueden realizarse mayores ajustes. La APV ha encargado un estudio sobre costes de los dirigentes operadores que intervienen en la actividad portuaria. Además, quiere reducir los trámites burocráticos que imponen las diferentes administraciones públicas al sector exterior, una queja habitual de los empresarios y que resta competitividad al puerto de Valencia al desviarse algunas mercancías hacia otros enclaves. Respecto a esa situación, Martínez puso al puerto de Amberes como ejemplo de simplicidad en los trámite burocráticos. j. l. z. valencia