A la hora de desarrollar una empresa hay que tener muchas cosas en cuenta, pues si bien podéis tener la idea perfecta, al ejecutarla todo puede complicarse hasta niveles insospechables; y de ahí que tengáis que pararos un momento a ver cómo atar todos los cabos.

Tendréis que tener muy clara la vía de distribución, los márgenes, las sensaciones del mercado y la aceptación de vuestro producto o servicio, una imagen desarrollada y un equipo consolidado, y quizá una de las cosas más importantes, un proveedor de confianza y calidad. ¿Qué quiero decir con "calidad"? Pues sencilla y llanamente que esté en disposición de cumplir con el acuerdo que tenga con vosotros.

Así es; algo tan básico como el proveedor, que a primera vista podría parecer que es sencillo de seleccionar, podría daros un quebradero de cabeza increíble. Tened en cuenta que los mismos problemas que podréis tener vosotros como empresa podría también vivirlos la compañía con la que trabajéis, haciendo que tengáis un problema añadido. Igualmente pensad que estaréis dependiendo de una empresa ajena, regida por personas que no estarán pensando en vosotros como os gustaría, y que a la mínima podrían meter la pata y hacer que vuestro negocio se viera afectado. Por ello, aquí tenéis algunos consejos para comprobar la calidad de los proveedores y así llevaros las menos sorpresas posibles.

Puntos clave para comprobar la calidad de los proveedores

Opiniones en Internet. Tenéis que tener en cuenta que en la época en la que vivimos, con el mundo digitalizado y un acceso completo a la información global, resulta muy sencillo ver la reputación de una empresa o persona. De ahí que lo primero que tengáis que hacer para siquiera tener en cuenta a un proveedor potencial es evaluar su reputación en la red. Buscad el nombre de la empresa en Internet y ved qué opina la gente, contactad con otras empresas del sector que sepáis que trabajan con ellos y preguntadles al respecto; buscad información sobre los administradores o el director y ved si os dan confianza. En Internet podréis encontrar todo tipo de fuentes de información, y una de ellas, y además de las más valiosas, es ésta.

Precios. No siempre el proveedor que os ofrezca el producto o servicio más caro va a ser el mejor, pues en no pocas ocasiones una cosa no tiene que ver con la otra. Y con el otro extremo sucede algo similar, pues porque os hagan un presupuesto económico no significa que tenga que ser malo; hay mil razones por las que podrían dar un precio que a simple vista parece bajo, y una de ellas es que no sean unos usureros. Ahora bien, no os dejéis deslumbrar por ofertas increíblemente buenas, pues aquí lo increíble es que no hubiera gato encerrado. Ojo con ello.

Prueba. Una de las mejores maneras de evaluar a un proveedor pasa por hacer contrataciones puntuales y ver cómo responde. Fijaros en el tiempo de entrega, en el empaquetado empleado, en la información que os faciliten del envío, etc. Ved que todo vaya sobre raíles antes de tomar una decisión.

Situación financiera. En ocasiones tendréis que depender de los proveedores más de lo que sería sano, y ello os dejaría en sus manos; de ahí que tengáis que tener mucha confianza en ellos. Ahora bien, más allá de la confianza, hay algo que tendréis que tener en cuenta, y es su estado financiero. No es que sea algo que os afecte directamente, pero debéis ser conscientes de que si tienen problemáticas de este tipo podrían atrasar vuestros envíos, comenzar a carecer de stock cuando lo necesitéis y mucho más.

Para saber este tipo de información de manera certera lo más recomendable es que recurráis a informes de riesgo como los de Infocif. Se trata de estudios crediticios donde se capta toda la información fiscal de la compañía en cuestión, se evalúa su riesgo crediticio, se "investiga" a los administradores y directivos en los registros oportunos y se ve si la empresa está inscrita en el RAI (Registro de Aceptaciones Impagadas). Sin lugar a dudas es uno de los mejores recursos que os encontraréis para ver en qué situación se encuentra realmente la empresa proveedora.

Medios de pago. Es probable que os de por buscar proveedores por ejemplo en China, ¿verdad? Bueno, pues en ese caso debéis tener en cuenta varias cosas. La primera de ellas sería que os aseguréis de la calidad del proveedor; lo mismo que hemos estado viendo hasta el momento pero con más detenimiento. La segunda consistiría en que os fijéis en el tipo de pago que maneja la empresa en cuestión; si os encontráis con transferencias bancarias a nombre de particulares o a través de webs poco fiables, salid corriendo.

Incoterm. En el comercio internacional hay que establecer las condiciones entre importador y exportador para determinar quién se hace responsable de la mercancía y hasta donde. Normalmente el exportador se desentiende de ella una vez ha sido colocada en el transporte, no obstante ved si os dan la posibilidad de negociar este aspecto, pues ello diría mucho a favor suyo. Para saber más sobre los tipos de incoterm, os dejamos el enlace sobre qué son los incoterm y cómo os pueden afectar.

Condiciones sanitarias. Si tenéis una empresa dedicada a la distribución de productos alimenticios tendréis que tener muchísimo cuidado con los proveedores, pues en este gremio hay mucho "listo". Tendréis que estar encima suyo y ver que cumpla estrictamente los requisitos sanitarios. Si es posible decantaros por empresas que tengan certificados de calidad o similares será un plus para que podáis confiar en ellos. De igual manera convendría que tuvierais un servicio de análisis dentro del departamento de calidad, pues sería muy interesante ver al detalle cada lote para comprobar si los alimentos están haciéndose como deberían.

En definitiva, la información es vuestra mejor herramienta para comprobar con quién estáis tratando, ya sea consultando informes de empresas o bien, investigando vosotros mismos por vuestros propios medios.