El Consell ha impulsado la adjudicación a través de concursos públicos de las concesiones de los clubs náuticos tras descubrir que el de Cullera la tiene caducada desde 1997 y otros cuatro desde 2000. La decisión, como ayer informó este periódico, ha puesto en pie de guerra a los responsables de los clubs deportivos ya que temen perder el control en favor de empresas privadas que «van a hacer negocio». La Asociación de Clubes Náuticos de Valencia (ACNV), que representa a 27 sociedades con cerca de 40.000 usuarios de 10.000 amarres, negó ayer que la Unión Europea obligue a convocar concursos públicos para las concesiones de los puertos deportivos. Sin embargo, fuentes de la Generalitat insistieron en que legalmente están obligados.

El Consell ha comprobado que doce clubs náuticos están en régimen de autorización temporal porque tienen caducada la concesión desde hace años. En concreto, Cullera la tiene caducado desde 1997; la Marina de Port Saplaya, y los clubs de El Perelló, Les Bassetes (Benissa) y Altea desde 2000; Dehesa de Campoamor desde 2004; Puerto Blanco (Calp) desde 2007; Vinaròs desde 2008; La Torre de la Horada desde 2009; Moraira y Costa Blanca (Alicante) desde 2010; y Torrevieja desde 2012. Además, en 2016 caduca la concesión del Club Náutico de Xàbia y en 2017 el de la Marina Internacional de Torrevieja.

En cualquier caso, los técnicos han advertido a la Generalitat de que debe eliminar «la excepción a favor de los clubs náuticos sin fines lucrativos» y abrir las concesiones a las empresas privadas. Fuentes del Consell recodaron que los clubs náuticos también pueden presentar ofertas y ganar las adjudicaciones.

Desde la ACNV advirtieron ayer de que «las cofradías de pescadores gestionan en régimen de concesión el servicio portuario de la primera venta de pescado fresco. Siguiendo la premisa de la Generalitat, la Administración debería sacar el servicio portuario de la primera venta de pescado a concurso público. La tesis planteada por el director general de Puertos, Carlos Domingo, es errónea. Desde la ACNV defendemos la continuidad de las cofradías de pescadores y de los clubs náuticos como gestores de instalaciones portuarias».

Por su parte, la conselleria defiende que las adjudicaciones permitirán mejorar las infraestructuras portuarias porque en los pliegos de condiciones se van a incluir la obligación de realizar obras de adecuación.

Las posturas entre las dos partes son distantes, aunque la asociación descarta de momento emprender acciones judiciales como ha hecho el club náutico de Altea que ha recurrido al Supremo.