El Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA) contará para el año 2016 con un presupuesto de 16,5 millones de euros, lo que supone un 2,43% más que en el pasado ejercicio. Con estos recursos, según aseguró ayer la consellera de Agricultura, Elena Cebrián, se pretende apoyar la líneas de investigación en materia de sostenibilidad medioambiental y económica, así como de transferencia de tecnología.
Cebrián, que ayer visitó el centro con cuartel general en Montcada, afirmó que la administración autonómica realizará «esfuerzos» para impulsar el IVIA «en términos de dotación y de personal». Con todo, la conselleria deja en el aire el futuro de casi 90 plazas de investigadores que siguen vacantes desde 2008 por falta de fondos destinados por la Generalitat en manos del PP en los últimos ejercicios.
La falta de relevo generacional, la fuga de cerebros y los recortes presupuestarios en el IVIA durante los últimos años están dejando al centro sin referentes de primer nivel en el ámbito de la citricultura mundial. El instituto público ha pasado de un presupuesto de 22,6 millones durante 2008 a 16,1 millones durante 2014, que representa una disminución del 30 % respecto al inicio de la crisis.
Además, las vacantes en la plantilla contabilizadas a finales del año pasado ( de los que una treintena eran titulados superiores) continúan sin cubrirse dada la etapa de ajustes presupuestarios del organismo que se nutre con fondos públicos. La plantilla fija es de 240 empleados.
El centro investigador anunció el pasado verano la convocatoria extraordinaria, abreviada y urgente de 7 puestos interinos para investigadores. La decisión del organismo público dependiente de la Conselleria de Agricultura se produjo en vísperas del cambio del Ejecutivo autonómico y de la paralización en contratación de personal que ha frenado la dirección del IVIA „en otros tiempos referente en el ámbito de la citricultura„ desde 2008, último año con oferta pública de empleo. La consellera Cebrián destacó que se ha de establecer una comunicación de doble vía entre este centro investigador y el sector agroalimentario.
«Hay que divulgar mejor el conocimiento que se genera dentro y el centro tiene que estar preparado para las nuevas necesidades de investigación que puedan aparecer en el futuro», agregó. También quiere aprovechar los puntos fuertes del IVIA, que lo situaron como referente internacional en investigación agroalimentaria, e incidir en sostenibilidad ambiental y seguridad alimentaria, genómica, certificación varietal, lucha y prevención de plagas, agricultura ecológica, postcosecha y ganadería, entre otras áreas.
