Después de tres años de eterna espera y a un mes de las elecciones, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) anunció ayer que ha aprobado la «licitación del expediente de contratación de las obras de instalación del sistema tren-tierra en la línea Zaragoza-Teruel, con un presupuesto de 5.558.685,1 euros (IVA incluido)».

La inversión en el tren-tierra ya la dejó firmada el expresidente de Adif, el valenciano Enrique Verdeguer, en 2012 antes de abandonar la empresa y era una mejora reivindicada por los empresarios valencianos. El tren-tierra es un sistema analógico de radiotelefonía que comunica a los maquinistas de los trenes de las líneas convencionales con el puesto de mando.

El contrato aprobado comprende la instalación del sistema tren-tierra en los tramos Teruel-Caminreal y Caminreal-Bifurcación Teruel (Zaragoza), de 182 km de longitud y el mantenimiento por 10 años, según informa Adif. Así se completa la implantación del tren-tierra en toda la línea Zaragoza-Teruel-Valencia.

Al no estar el tren tierra operativo en el tramo de Teruel (electrificado y modernizado desde 2007) no se podía instalar el Control de Tráfico Centralizado (CTC) , lo que obligaba a operar con personal en las estaciones, ha impedido trabajar en horario nocturno -lo que resta 8 horas de operatividad a la línea- y fuerza a las mercancías y viajeros a coexistir en la explotación, lo que penaliza a las primeras. En el tramo entre Sagunt y Teruel (136,6 kilómetros) «la velocidad es de 53 kilómetros hora para los trenes de media distancia y de 28 km/h para las mercancías».