La grave crisis económica de la patronal alicantina Coepa empieza a despejarse. El Consell salvará a la organización empresarial aunque cumpliendo con su «línea roja»: no pondrá ni un euro de dinero público para salvar a la entidad. La Generalitat, de acuerdo con las fuentes consultadas, prepara una operación para quedarse con el emblemático centro de oficios ubicado en el barrio de Babel como dación en pago de la deuda de casi cuatro millones de euros, entre amortización e intereses, por el impago del préstamo que, en su día, le concedió el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) para la construcción de las instalaciones, que el Ejecutivo autonómico cedería a su vez a Bankia para realizar formación. Ahora bien, esa «ayuda» no le puede salir gratis a Coepa. El Consell también tiene claro, como explicitó Ximo Puig durante su visita de ayer a Alicante, que los directivos «deben asumir su responsabilidad» por el desmadre en la gestión de la entidad. En plata: el actual presidente de Coepa, Moisés Jiménez, y su junta se tienen que marchar de forma inmediata.

La maniobra se viene gestando de forma discreta en los últimos días después de que se pusieran en marcha otras alternativas como, por ejemplo, la posibilidad de que los propios asociados de Coepa pusieran el dinero con una derrama para intentar saldar la deuda, una opción que avalaban la patronal autonómica e, incluso, el propio Consell, pero de la que los empresarios no querían ni hablar. Todos los movimientos de fichas se han precipitado desde que Coepa se acogiera la semana pasada al preconcurso de acreedores al ejecutar el anterior Consell „dirigido p | or el PP„ las garantías por el impago de las cuotas del préstamo que se le concedió para la construcción del citado inmueble en Alicante. El «agujero» total que arrastra la patronal alicantina, como ya avanzó este periódico, alcanza los seis millones de euros, alrededor de mil millones de las antiguas pesetas.

Ayudas europeas

Una vez formalizada la operación que supondrá sacar del atolladero económico a Coepa, la primera opción que tiene encima de su mesa la Generalitat es la de ceder las instalaciones del centro de oficios a Bankia para que las dedique a formación. El inmueble debe tener, de forma obligatoria, ese destino porque, de lo contrario, se tendrían que retornar a la UE las ayudas que llegaron para poder finalizar las obras del complejo. El Consell también tiene previsto, como apuntaron fuentes de Presidencia, abrir una vía de diálogo con el Ayuntamiento de Alicante en tanto que el consistorio es el propietario del suelo.