Un informe de la tasadora Tinsa revela que Valencia va a necesitar todavía dos años y medio para digerir el «stock» de vivienda nueva que permanece sin vender tras el estallido de la burbuja inmobiliaria. El estudio recoge que en la Comunitat Valenciana hay 53.947 casas en el mercado, lo que supone cerca de un 30 % del número de viviendas terminadas desde 2008. La situación es similar en el resto de España. En el conjunto del Estado hay 389.000 viviendas sin estrenar, el 24,9 % de las construidas desde el inicio de la crisis.

Por provincias, el mayor número de inmuebles desocupados están en Madrid, Valencia, Murcia, Barcelona y Alicante. El documento apunta que el 36,1 por ciento de las viviendas de Castellón (12.092) están desocupadas, lo que la convierte porcentualmente en tercera provincia española con más casas vacías tras Almería y Cuenca.

Fuentes de Tinsa explicaron a Levante-EMV que los precios ya han comenzado a estabilizarse en Valencia y podrían empezar a repuntar en las zonas donde la demanda es más alta. La tasadora ha detectado que la construcción va a rebrotar en la ciudad de Valencia en la avenida de Ademuz, en Cuatre Carreres (junto a la Ciudad de las Ciencias) y en edificios que van a ser rehabilitados en el centro.

Valencia capital tiene una tasa media de desocupación de vivienda nueva del 30 %. El índice más alto se concentra en La Torre donde supera el 60 %. En mejor situación se encuentran Patraix y Benicalap con una tasa de entre el 30 y el 40 %. Ademuz y Cuatre Carreres ronda el 15 %, cifra que el sector considera normal y a partir de la que ya empieza a haber nuevas promociones.

En cuanto al resto de grandes ciudades de la provincia de Valencia, Torrent y Sagunt son las que presentan mayores concentraciones de viviendas vacías, con un índice de desocupación de entre el 30 y el 40 %. El área de Gandia y su continuidad hacia Bellreguard y Miramar aglutinan un tercio de las viviendas construidas desde 2008 y tienen un índice de desocupación del 50 %. Por el contrario, en Paterna se sitúa en el 25 % y en Alboraia no alcanza el 20 %.

El análisis de Tinsa incide en que las zonas que aglutinan más del 50 % de viviendas sin vender tardarán como mínimo cuatro años en reducir el «stock» a cero. El estudio destaca como zonas en las que las grúas van a tardar en volver por el excedente de oferta los municipios de Peñíscola, Oropesa, Benicarló y la ciudad de Castelló. Los tasadores también pronostican un ritmo lento en Gandia, Cullera y Benidorm. El presidente de Tinsa, Ignacio Marcos, aseguró que en general hay una importante demanda embalsada, que junto con el crecimiento del ahorro familiar propician que el sector vuelva a moverse. El demandante de obra nueva en las zonas con más actividad responde a una persona de un nivel socioeconómico medio.