En dos días dos empresas ejemplo de dos modelos de inversión en energía solar suspendieron pagos. La firma valenciana de huertos solares propiedad de la familia Cotino Plansofol y la multinacional andaluza Abengoa. Esta segunda ha solicitado la suspensión de pagos con una deuda de 8.900 millones y cayó un 54 % en bolsa. Dos piezas de caza que se pueden convertir en víctimas de la entrada de fondos de inversión extranjeros. Recientemente se han confirmado compras como Eolia Renovables por parte de Oaktree, hace unos meses el fondo Cerberus adquirió Renovalia y el grupo chino Cheung Kongpor la firma Iberwind.
La Asociación Valenciana de Empresas del Sector de la Energía (Avaesen) alerta de la voracidad de este tipo de fondos de inversión que buscan empresas en dificultades por el cambio legal introducido por el Gobierno que acabó con su rentabilidad. Marcos Lacruz, presidente de Avaesen, lamentó que los «fondos internacionales se están quedando con las plantas a cambio de la deuda».
Las empresas que ahora están atravesando dificultades nacieron hace una década en pleno boom de las renovables con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, que primó este tipo de instalaciones. La llegada del PP al Gobierno asestó un duro golpe a la línea de flotación de las renovables al suspender los incentivos. El Ejecutivo recortó 102 millones las ayudas.
En la Comunitat Valenciana hay 300 empresas especializadas que dan empleo a 3.500 personas. Las firmas valencianas tienen 5.616 instalaciones fotovoltaicas que producen 350 megavatios. Tras el desplome del sector, las empresas se dedican al mantenimiento de las instalaciones y a la exportación.
Refinanciación de créditos
Marcos Lacruz lamentó que una «gran cantidad de empresas se han visto obligadas a refinanciar sus préstamos al no poder cubrir sus previsiones por el cambio legal. No se ha desmantelado ninguna planta, pero muchas empresas están pasando dificultades y esa situación la están aprovechando los fondos». La asociación, que representa a 130 productores, exige que se restablezca el marco legal anterior. «No se pueden cambiar las reglas del juego a mitad de partido. Son inversiones con un plazo de amortización de 25 años. Los empresarios deben tener seguridad jurídica», sentenció Marcos Lacruz.
El colectivo de apoyo a las renovables fomenta ahora el autoconsumo. La instalación de un sistema que combine las placas solares con la conexión a la red eléctrica puede suponer un ahorro del 50 % en el recibo de la luz. Este tipo de redes han incrementado su eficacia en los últimos años. Los avances en I+D+i han permitido reducir los costes de la energía fotovoltaica un 85 % desde 2007 y la previsión es que siga descendiendo a un ritmo del 3 % anual. La asociación advierte de que hay un interés altísimo de los ciudadanos y una excelente oferta, pero la inseguridad jurídica frena las inversiones.
