Las empresas de alimentos y bebidas de la Comunitat Valenciana son las que más ha contribuido a la recuperación económica de la industria de la autonomía durante el largo período de crisis registrado entre los años 2008 y 2014, una etapa en la que las compañías agroalimentarias aumentaron un 20 % su peso en la riqueza regional, al pasar del 2,5 % al 3,2 % en términos de Valor Añadido Bruto (VAB). El sector manufacturero más importante en la economía valenciana es el de alimentación, bebidas y tabaco, cuya participación en el conjunto de la renta valenciana ya es un 5 % superior del peso que tiene en España. Así lo constata el estudio ¿Industria y/o servicios? Donde están las ventajas competitivas valencianas, elaborado por la Fundación Cañada Blanc y coordinados por los profesores de la Universitat de València e investigadores del IVIE Joaquín Maudos y Javier Quesada.

En medio del fenómeno de la desindustrialización y de la pérdida de mano de obra en gran parte del tejido productivo manufacturero valenciano —acentuado por los procesos de deslocalización y subcontratación de tareas— el sector empresarial vinculado con la agroalimentación ha sabido tirar del carro al hilo de la expansión de las firmas de la distribución comercial en España, así como de las exportaciones. En ese sentido, el crecimiento de enseñas autóctonas como Mercadona y Consum, así como de los grandes cadenas de supermercados e hipermercados —nacionales o extranjeras— con presencia en la Comunitat Valenciana ha sido clave en el mejor comportamiento de la industria alimentaria en comparación con otros ámbito de negocio: textil, madera, plásticos, metalurgia, informática o muebles, entre otros.

Transporte

Mientras tanto, la industria de la automoción, debido a la mayor carga de trabajo de Ford Almussafes y sus proveedores, también ha aumentado su peso en término de riqueza generada durante el período de mayor desaceleración del conjunto de la economía valenciana.

«Destaca el peso que ha ido ganando el sector de material de transporte, con un peso en el VAB que era un 25 % inferior al de España en 2008, pero que en la actualidad prácticamente es el mismo», explica el citado estudio.

Un rasgo que destaca en estos años de crisis, en comparación con España, es la evolución de la riqueza del comercio, que en líneas generales ha perdido peso en la Comunitat Valenciana. Algo similar ha ocurrido en las actividades profesionales, científicas y técnicas, que han reducido diez puntos porcentuales respecto a España.