El contrato ferroviario para construir y explotar dos líneas de tranvía para la ciudad de Trujillo, en Perú, con una inversión de 450 millones, ha quedado pospuesto. Una decisión que ha trastocado los planes de las contratistas valencianas de obra pública TorresCámara y Vossloh, quienes junto a FGV aspiran a este concurso en un consorcio.

Según apunta Juan Cámara, copropietario de TorresCámara, el fenómeno meteorológico de El Niño está sacudiendo la región, aunque no ha llegado a Perú con la misma intensidad con que está afectando a Uruguay, Paraguay o Argentina. «Está habiendo una retracción presupuestaria, pero no es tanto consecuencia directa del fenómeno como de las elecciones generales» que afronta el país andino en este 2016.

Se trata de proyectos de entidad que el Gobierno prefiere dejar para la siguiente legislatura, apunta. Los comicios, que se celebran a principios de abril, podrían alargarse hasta junio por la segunda vuelta.

De un modo u otro, el contrato queda por el momento en el aire. Las compañías valencianas optan a este proyecto, que unirá Trujillo con sus alrededores, y que consta de sendas líneas de 14 y 17 kilómetros, según detalla la empresa de Cámara en su web.

Pese a este percance, Sudamérica es el mercado en el que ahora mismo se mueve la constructora valenciana. Torres Cámara acaba de conseguir un contrato de 12 millones para la reforma de un edificio oficial en Perú. Por aquel continente pasan también los dos proyectos más importantes a los que opta en estos momentos el consorcio de empresas son el tranvía de Bogotá, de mil millones de dólares, así como otro en Paraguay, también tranviario, de 600 millones de euros.