Por primera vez desde que la crisis económica empezó a sentirse de verdad en 2008, el textil se dispone a cerrar el ejercicio con un balance positivo y con empresas con beneficios, lo que permitirá en muchos casos afrontar inversiones para renovación de maquinaria, «algo que hasta ahora era imposible», según explica León Grau, presidente de la patronal valenciana del sector Ateval desde principios de diciembre.

Las perspectivas eran buenas, toda vez que también a comienzos de mes este diario informaba que las exportaciones del textil han crecido un 7,9 %, en consonancia con la tendencia marcada en los últimos años. «El sector tiene ahora una situación mejor „explica León Grau„ porque se exporta más y se está invirtiendo más en bienes de equipo. La realidad es que se ha hecho un gran esfuerzo en el exterior estos últimos años y ahora se está notando». En cuanto a las ventas nacionales, la situación no ha variado: «El mercado interior sigue muy flojo y no se espera que se pueda reactivar a corto plazo».

Un dato que se considera muy importante es que «hay empresas que acaban el año en positivo, con beneficios, lo que ocurre por primera vez en varios años», concretamente desde el comienzo de la crisis a partir de 2008. «Hay empresas que han tenido resultados bonitos favorables, que se plantean ahora adquirir máquinas nuevas». Un problema que está teniendo en estos momentos el textil de la comarca, como el valenciano y el español en general, apunta a que las dificultades de los últimos años han impedido actualizar la tecnología de las fábricas, lo que evita que se pueda acceder a «pedidos de primer nivel» con las grandes marcas multinacionales.

«Con estos resultados, las empresas se están consolidando y pueden acometer la renovación de maquinaria que hace falta y que no se ha emprendido hasta ahora por falta de beneficios», situación que puede contribuir a la mejora de la competitividad, resentida tras ejercicios sin capacidad económica para invertir.