Las empresas exportadoras valencianas se están encontrando con una pésima noticia conforme renuevan sus pólizas con la compañía controlada por el Estado Cesce, especializada en la cobertura de riesgos en el exterior. Y es que la firma, desde julio de 2014, ha dejado de dar cobertura a algunos de los más significativos riesgos políticos, tales como el terrorismo, lo que deja a estas mercantiles en una «posición de indefensión comercial». La junta directiva de la patronal autonómica Cierval abordó esta cuestión en su reunión del 2 de diciembre y dos días más tarde su presidente, José Vicente González, envió una carta al ministro de Economía, Luis de Guindos, en la que le pide que el Estado reconsidere «el papel de reaseguramiento que tenía anteriormente, al objeto de garantizar una mayor confianza y tranquilidad a nuestras pymes en su actividad exportadora».
La misiva, a la que ha tenido acceso este diario, recuerda que, tras la aprobación, en abril de 2014, de la ley de privatización de Cesce „actualmente, un 51 % está en manos del Estado y el resto, en las de la gran banca„, «se redefinieron las coberturas del Estado», de manera que, «de forma progresiva a la finalización de los seguros» y «aunque se sigue manteniendo la cobertura de determinados riesgos políticos, se excluyen expresamente los riesgos de los "impagos derivados de situaciones de guerra civil o internacional declarada o no, revolución, revuelta, terrorismo, alteración sustancial del orden público o cualquier acontecimiento análogo"».
La patronal considera que la eliminación de dicha cláusula «genera un grave perjuicio a nuestra industria exportadora, que se encuentra indefensa ante cualquier acontecimiento internacional sobrevenido y no previsto, con gran riesgo de pérdidas económicas», además de generar «mucha inseguridad» en un momento en que las firmas de la autonomía se han internacionalizado como nunca y diversifican sus mercados también hacia zonas de riesgo como Oriente Medio, África y las antiguas repúblicas soviéticas.
En este sentido, González recuerda a De Guindos lo que sucedió tras la invasión de Kuwait por parte de Irak en el verano de 1990: «Se produjo de la noche a la mañana de forma sorpresiva» y «mucha mercancía de nuestras empresas se perdió en el tránsito inicial de la contienda», si bien gracias «al seguro de exportación anterior que no hacía esta exclusión pudieron recuperar una parte del valor de la mercancía». Industrias como el textil, el mueble y la madera se encuentran entre las damnificadas por esta medida.
