¿Es un buen momento para invertir en startups?
Sí. Invertir hoy en Bolsa está complicado y la rentabilidad bancaria es baja. Es interesante invertir en startups, aunque tiene un alto riesgo. Tienen que ser pequeñas cantidades porque hay muchísimas empresas que cierran. La media de las inversiones es de cinco a siete años hasta que sales de verdad de ese proyecto. Debe ser dinero que no necesites. En la asociación Big Ban fomentamos la coinversión. A partir de 3.000 euros ya se puede ser business angel.
¿Por qué es tan alta la mortalidad de las startups?
El problema es que algunos ofrecen servicios para los que el mercado no está suficientemente maduro. Nosotros hace 13 años invertimos en un proyecto que era para que las televisiones se conectaran con internet. El proyecto se comercializó con UNI2. El sistema funcionaba, pero no había contenidos para que mereciera la pena. Hoy las smart tv están ahí, pero han pasado 13 años. La empresa se llamaba Media Networks y al final cerró.
¿Hay que diversificar las inversiones?
Sí. Nosotros decimos que hasta que no dispones de una cesta de diez empresas tienes mucho riesgo. Si solo tienes tres participadas, la probabilidad de que las tres vayan mal es bastante alta. Hay que tener diez participadas porque la mitad irán mal, tres o cuatro regular, y necesitas una que vaya realmente bien y que te compense el resto.
Una persona neófita que quiera invertir, ¿cómo lo tiene que hacer?
Por cincuenta euros te puedes hacer socio de la asociación de business angels y tienes acceso a la información de todos los proyectos. Cuando hay varias personas interesadas en una empresa, creamos una sociedad de inversión. Ahora tenemos una vinculada a Lanzadera, que en la edición de 2015 invertimos 180.ooo euros. El mínimo para invertir son 3.000 euros y entre 25 realizamos la operación. Los socios votan distintos proyectos y se invierte en tres. Cada trimestre hacemos un vehículo de inversión y luego cada uno puede hacerlo por su cuenta.
¿Qué empresa es la que está más orgulloso de haber invertido?
Hay varias. Una empresa que funciona muy bien es La Socarrada, una cerveza artesanal hecha con miel. Es una cerveza de Xàtiva que está exportando en más de treinta países y que compite con el vino y el cava.
Valencia es un referente en aceleradoras, ¿son buenas las startups valencianas?
En Valencia lo que ha pasado es que hemos generado un tejido de inversores bastante denso. Eso nos diferencia del resto de España. Tuvimos la suerte de empezar pronto. Nosotros en la asociación empezamos hace ocho años. Los business angels son el factor determinante para que crezcan bien las aceleradoras. Si las aceleradoras no tienen business angels, lo único que hacen es acelerar el precipicio. Cuando terminan las ediciones de aceleración, una buena parte de las empresas encuentran inversores. Eso retroalimenta el sistema porque los proyectos cada vez llegan más preparados. Hoy hay un ecosistema que proporcionalmente es muchísimo mejor que el de Madrid y Barcelona. Ahora lo que necesitamos es que los grandes capitales de riesgo, que son los que pueden invertir diez millones, miren a Valencia.
¿Cómo nos ven en sitios como Palo Alto? ¿Nos toman en serio?
No. El problema es que allí hay mucha concentración en tecnología. O eres uno de los tres grandes del mundo o no existes. El problema es que las empresas de tecnología van allí. Es como en medicina que el clúster está en Boston. Ellos no nos ven como un sitio natural. Luego está el problema financiero. La ventaja que tiene Estados Unidos es que el 70% de la financiación es no bancaria. Allí toda la vida una empresa ha tenido que buscar inversores, aquí es al contrario. Aquí más del 80% de la financiación es bancaria y las empresas no buscan sistemas alternativos de financiación.
Además de poner dinero, ¿qué hacen los business angels?
Los business angels colaboran en la gestión de la sociedad porque tienen una visión más empresarial y aportan contactos para que la compañía coja más velocidad comercial.
