Eduardo López Busquets (Valencia, 1957) es embajador en Irán desde el 16 de septiembre pasado, pero conoce el país desde principios de los 90. Su carrera diplomática le ha llevado a Sudáfrica, Colombia, Bélgica, Argelia, México, Mozambique y a la Casa Árabe.
¿Cómo está viviendo Irán la noticia histórica del levantamiento de las sanciones?
Es una noticia muy importante. Uno de los grandes éxitos diplomáticos de la década. Más allá de lo nuclear, que consiste en que no se desarrollará un arma iraní, lo que hay detrás es el intento de que Irán juegue un papel constructivo en los conflictos de la zona. Supone el reconocimiento de un país que tiene intereses propios y derecho a estar en la mesa regional. Y así es como se vive. Al mismo tiempo, caen las sanciones, salvo algunas excepciones no ligadas al acuerdo nuclear. Pero en términos reales, el país se ha levantado sin tener sanciones europeas, de la ONU y EE UU. Por tanto, una gran alegría. Es un país con mucho dinamismo, un ritmo frenético y todos están especialmente contentos en que se inicie una nueva época en la que las sanciones sean superada por un mayor incremento de relaciones comerciales de todo tipo.
¿En qué plazo cree que se podrán ver productos occidentales en los mercados iraníes?
De entrada productos occidentales se pueden ver en el país. Las sanciones han sido fundamentalmente financieras. Eso no ha impedido que de manera legal hubiera exportación española. He visto en el súper una miel de Castelló. Ahora los flujos financieros son legales, se pueden hacer pagos, transferencias internacionales. En la perspectiva práctica quizá aún no se esté viendo, pero el mecanismos SWIFT de transferencia ya es utilizable. Como han pasado 10 años con sanciones hay que empezar de cero. Desde una perspectiva legal ya estamos en otro mundo.
¿Tienen buena entrada los productos occidentales?
Si, no solo el producto agroalimentario. La cerámica, el material de construcción, el mobiliario... Los clásicos de la exportación valenciana son apreciados aquí. Hay más de 80 millones de habitantes en diferentes segmentos de población, y en todos buscan productos españoles y valencianos ligados a estos sectores.
Se prevé que los bancos españoles comiencen a cubrir operaciones en Irán.
Lo que hay que tener en cuenta es que operaciones se realizaban, pero si no hay un flujo bancario, unos seguros y un tipo de pago no es tan fácil operar. Ahora es mucho más fácil. Los que conocían el mercado desde antes de las sanciones o han sido capaces de mantenerse tienen ventaja comparativa con el resto. Y hay muchas empresas valencianas que están muy bien posicionadas.
¿De qué sectores?
Este es un país muy cercano a la C. Valenciana, donde la cerámica, porcelana, materiales como tejas, etc. son la esencia del propio arte y edificación. En ese segmento empresas valencianas han estado actuando aquí. Aparte, los tres grandes sectores de las relaciones económicas entre España e Irán van a ser infraestructuras (trenes, puentes, construcción), turismo, y energía renovable y gestión de agua. Te puedes imaginar que en cualquiera de los tres sectores la ventaja comparativa valenciana es importante.
Muchos gigantes europeos están posicionándose. Siemens ha firmado un acuerdo de colaboración para el sector ferroviario.
Desde el acuerdo han pasado seis meses de conversaciones, posicionamiento, pero no era posible firmar en firme. Hay todo tipo de circunstancias, desde contratos a cartas de entendimiento. Hay una avalancha de noticias en ese sentido y hay que ver la calidad en cada caso. Dicho de otro modo: todo el mundo está hablando con todo el mundo. En este sentido nuestra posición como país es muy buena, nunca ha habido conflictos y en momentos de dificultad para Irán, España ha estado apoyando.
Los veteranos hablan de buenas relaciones históricas con la empresa valenciana heredada de la época del Sha. ¿Lo ha notado?
Claro que ha existido ese flujo. No desapareció con la propia revolución. Las exportaciones del mueble han seguido mucho tiempo. Los últimos años han sido más complicados por las sanciones y la dificultad de articular los pagos. Esa tradición existe, hay que renovarla y tiene que ser el principio de algo. Con ese reflejo de lo pasado no vamos mucho más lejos.
Es el momento de realizar misiones empresariales.
Lo que hay que hacer es trabajar antes de venir y continuar trabajando después. En las últimas semanas ha habido visitas de la cámara de comercio de Bilbao, Sabadell, de grupos industriales, ha estado el director general del ICEX,... Hay que trabajar antes de venir y después. Oportunidades hay muchas pero competencia también.
¿Qué supone entrar en este mercado?
No debemos olvidar que son 80 millones de habitantes, pero el país juega un papel importante en varias regiones, como Asia central, en Oriente Medio como Irak o Afganistán, tiene relaciones con Turquía... Esas relaciones tienen un reflejo en acuerdos económicos. Aquel que se establezca en Irán puede exportar desde aquí a otras regiones de la zona.
