El juez ha ordenado la disolución de la base de megayates de Cyes en Valencia, que entró en concurso ante el fracaso del modelo de negocio. La empresa Valencia Yacht Base S. L. perdió en 2013 más de seis millones. La base está vinculada al Club Náutico de Valencia, que ayer insistió en que la liquidación de la promotora no va a tener ninguna consecuencia para los usuarios.
La filial de la constructora Cyes se asfixió financieramente durante la construcción de la base de megayates, en la que invirtió 70.710.748 euros. Valencia Yacht Base se declaró en concurso de acreedores en 2014 tras colocar amarres en 2013 por valor de 392.056 euros y perder 6.130.822 euros, que sumados a los 17,2 millones de euros de ejercicios anteriores deterioraron notablemente los balances de la empresa. Antes de entrar en suspensión de pagos, su patrimonio neto negativo superaba los veinte millones de euros.
La filial de Cyes propuso al Club Náutico en un 2006, un año antes de la celebración de la Copa América, llevar a cabo en sus instalaciones una gran ampliación para poner en el mercado 240 amarres.
El Náutico se quedó con sesenta amarres en los que pueden atracar buques de entre siete y treinta metros de eslora. Cyes, por su parte, se reservó 120 amarres para todo tipo de embarcaciones y otros setenta destinados a buques de hasta setenta metros de eslora. El plan inicial tenía un presupuesto de 90 millones de euros. La inversión, por tanto, fue de gran calado, pero los resultaron acabaron siendo un auténtico desastre.
Durante la celebración de la regata, los amarres para grandes barcos se llenaron pero la competición terminó en julio de 2007 y en aquel verano comenzaron a circular los primeros síntomas de la crisis que alcanzó cotas históricas con la quiebra del banco norteamericano de inversión Lehman Brothers en septiembre de 2008.
Sin alternativa
Los grandes buques volvieron a sus bases y los amarres para megayates de Valencia quedaron prácticamente vacíos. Valencia Yactch Base trató en 2009 atraer a la dársena megayates de árabes, indios libaneses y rusos con propuestas personalizadas, pero fracasó en su intento. Cyes acabó perdiendo el control de la concesión en favor de las entidades bancarias que financiaron el proyecto.
