Una empresa valenciana, la firma La Plana Granados Monlleo SL, guarda un secreto: los deseados diseños de la firma de complementos de lujo para mujer Loewe. La compañía, fundada en el año 2000 en Nules (Castelló), trabaja en exclusiva para la firma de diseño y elabora los bolsos que cada temporada se convierten en objeto de deseo.
Complementos como el más reciente diseño Puzzle o el icónico Amazonas tienen sello Loewe, pero la manufactura es valenciana. Solo otra firma de una zona de tradición peletera, Ubrique (Cádiz), produce también para la casa de moda madrileña conocida en todo el mundo.
La empresa castellonense cuenta en estos momentos con una plantilla cercana al centenar de personas, el 90% de ellas mujeres, y dedicada en exclusiva a la fabricación de estos bolsos. La mercantil dedicada a la marroquinería cerró 2014 con una facturación de 6,4 millones de euros, y han concluido 2015 con un volumen de negocio similar.
Loewe, que a mediados de los noventa se convirtió en filial española del gigante mundial del lujo LVMH, vende hoy en una cuarentena de países con más de un centenar de tiendas.
Su origen se remonta a un pequeño taller de marroquinería en Madrid, al que se asoció el artesano de la piel alemán Enrique Loewe en 1872. Desde principios de siglo XX, con el aval de la Casa Real, se convertía ya en sinónimo de lujo.
Con todo, hoy se mantiene en el ADN de la marca el tratamiento artesano de la piel. «El proceso, prácticamente todo, se hace a mano», explican desde la fábrica de Nules, donde se lleva con mucha discreción el trabajo para la lujosa marca.
La empresa recibe la materia prima, la piel tratada por el curtidor, y en la compañía de Nules se rebaja y recorta. «El proceso de preparación es importante», señalan desde los talleres. También lo realizan allí.
En cuanto al secreto mejor guardado, los patrones de diseño para los bolsos de mujer, se reciben cada temporada desde Loewe. Y se trabaja por adelantado, de una temporada a otra.
El lujo es un mercado que continúa creciendo. Loewe SA, la filial española del grupo de Louis Vuitton, cerró 2014 con unos ingresos de 125 millones de euros. La firma explica el éxito de sus productos en su condición de «maestros de la piel» y en «la tradición mantenida durante muchísimos años». Un éxito que tiene parte de su explicación en una pequeña empresa valenciana.
