Anecoop es la única empresa hortofrutícola europea que acompañará al comisario europeo de agricultura, Phil Hogan, en un viaje a Colombia y México que se celebrará la próxima semana con el objetivo de ayudar a productores europeos a abrir nuevos mercados en esos países. Según un comunicado del grupo empresarial valenciana, en esta misión comercial participará una delegación formada por 34 empresas, ocho de ellas españolas y solo Anecoop como representante del sector de frutas y hortalizas de Europa.

El comisario europeo de Agricultura, Phil Hogan, y el director comercial de Anecoop, Francisco Borrás, junto con los representantes de las demás empresas, visitarán Colombia desde hoy hasta el próximo día 9 de febrero y México, del 10 al 12 del mismo mes. Anecoop ya tiene presencia en Latinoamérica, pero esta misión comercial se presenta, en opinión de Francisco Borrás, como «una buena oportunidad comercial para entrar en nuevos mercados con potencial, como Colombia y México».

Entre otros motivos, la Comisión Europea y Anecoop han elegido Colombia y México porque tienen economías prósperas y son países con una población en aumento. Aparte de las 8 empresas españolas asistentes, formarán parte de la delegación sociedades de Alemania, Francia, Dinamarca, Holanda, Bélgica, Italia, Bulgaria, Finlandia, Grecia, Irlanda, Polonia, Portugal y Reino Unido. En su mayoría se dedican a los productos cárnicos, los lácteos y el vino.

El embargo sigue en vigor

Los viajes a Colombia y México se enmarcan en la ofensiva diplomática que la CE lleva a cabo para abrir nuevas oportunidades de negocio a los productores desde la entrada en vigor del embargo ruso a ciertos productos agroalimentarios europeos.

Anecoop mantiene bajo mínimos su filial en Moscú para la exportación de los productos hortofrutícolas tras el veto de Rusia, producido en agosto de 2014, los que ha provocado la pérdida de ese mercado los dos últimos meses del ejercicio terminado el pasado 30 de septiembre y toda la actual campaña. Las ventas a Rusia el ejercicio pasado alcanzaron las 19.000 toneladas, que habrían sido 21.500 de no haberse producido el veto. No obstante, el impacto de cierre del mercado se está notando en esta, con el efecto añadido de que el desvío de la fruta a otros mercados provoca exceso de oferta y caídas de precios.