Jorge Jordana, doctor ingeniero agrónomo, ex secretario general de la Federación Española de la Industria de la Alimentación y Bebidas (FIAB) y profesor de la Universidad Antonio de Nebrija ha coordinado un equipo de más de 30 investigadores y profesionales para elaborar el nuevo número de Mediterráneo Económico (editado por Cajamar), presentado ayer en Valencia y dedicado al análisis en profundidad de las actividades agroalimentarias. En declaraciones a Levante-EMV analiza los desafíos del sector.
¿Cómo incide el cambio climático en los patrones de la alimentación y de la producción?
Lo que produce la actividad agraria siempre ha dependido, y mucho, de la meteorología. Lo que estamos observando ahora son profundas e inesperadas alteraciones del ciclo climático, que desorganiza producciones y rentas. Hay que hacer un profunda revisión de la política hidráulica.
¿Habrá todavía una mayor concentración en el sector de la distribución comercial?
El proceso de concentración está movido por loa globalización de los mercados y actúa en todas las actividades económicas. Las tendencias observadas de concentración de la distribución parece que denotan una cierta desaceleración, pero el proceso continua, profundizando las desigualdades ya existentes en el reparto del valor a lo largo de la cadena. Tan solo las nuevas tecnologías de comunicación , el llamado e-commerce, pueden dar un respiro a pequeños productores.
Ley de la Cadena Alimentaria y la vigilancia de la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA), ¿han corregido desequilibrios?
Ha sido un primer paso en una dirección deseable. Habrá que tener paciencia y ver cómo, poco a poco, se van aplicando.
El veto de Rusia a las exportaciones de la UE, ¿sigue generando problemas al sector?
Nos debemos acostumbrar a afrontar los constantes cambios que se irán presentando en nuestros mercados. También se crean oportunidades, aunque de ellas no solemos hablar.
¿Cuáles son las aplicaciones tecnológicas más emergentes en el sector agroalimentario?
Las aplicaciones IoT (internet de las cosas), la utilización con efectos prácticos de esa información (Big Data), la robótica, los drones y la genómica son claves.
