Iberdrola cerró 2015 con un beneficio neto de 2.422 millones, un 4,1% más, y un Ebitda de 7.306 millones. El negocio que mejor evolucionó fue el de las renovables (un 18,6% de aumento de Ebitda), impulsado por la recuperación de los precios en España y el buen comportamiento de Latinoamérica y Reino Unido. Las ventas totales fueron de 31.419 millones, un 4,6% más.

Así lo comunicó ayer el grupo, que propondrá a la Junta General de Accionistas una remuneración de 0,28 euros por acción. Los planes del grupo energético pasan por invertir 24.000 millones de euros entre 2016 y 2020 y prevé un crecimiento medio anual del 6% tanto del beneficio como del resultado bruto de explotación (Ebitda), según el plan estratégico para el periodo presentado por la compañía.

El grupo seguirá apostando por áreas reguladas, que proporcionen ingresos estables y previsibles a largo plazo. Así, el 88% de las inversiones se destinará a los negocios de redes (46%), renovables (33%) y generación regulada (3%), áreas que aportarán el 81% del resultado bruto de explotación (Ebitda) al final del periodo, frente al 75% actual. El 12% restante de la inversión del grupo energético presidido por Ignacio Sánchez Galán se destinará a los negocios de generación y comercial.

Iberdrola indicó en un comunicado que emprende así «una nueva etapa», con un 70% de la inversión prevista, 17.000 millones de euros, destinada al crecimiento y más del 90% (22.000 millones de euros) correspondiente a proyectos ya comprometidos, de los que cerca de un 60% se encuentra ya en construcción.

En lo que respecta a la política de dividendo en el periodo, mantendrá su crecimiento en línea con el incremento de los resultados, con un «pay-out» entre el 65% y el 75% de sus beneficios.

Asimismo, se mantendrá la política de dividendo flexible y la recompra de acciones para evitar dilución, con lo que mantendrá el número de títulos de su capital social en 6.240 millones.

Por divisas, la compañía también seguirá diversificando su negocio y afianzando el proceso de internacionalización y las inversiones previstas se distribuirán en dólares (43%), libras (35%), euros (20%) y otros (2%).

Entre las principales inversiones ya comprometidas por el grupo destacan las infraestructuras de transporte y distribución en Reino Unido, o la puesta en marcha de 1.070 megavatios (MW) eólicos marinos y de 450 MW eólicos terrestres en el país; así como el desarrollo de 750 MW renovables en Nueva York (Estados Unidos); o la puesta en marcha de nuevas centrales de ciclo combinado y plantas de cogeneración con contratos a largo plazo en México con una potencia total superior a los 1.600 MW.

En España, donde Iberdrola señala que cuenta con un marco retributivo para la distribución estable hasta 2019, continuará desarrollando las redes inteligentes.

Por su parte, el flujo de caja operativo (FFO) acumulado en el periodo ascenderá a 34.500 millones de euros, superando por tanto las inversiones en todos los negocios.

Reducción de emisiones

Asimismo, prevé que para 2018 la relación entre la deuda neta y el Ebitda y entre los fondos generados en operaciones (FFO) y la deuda neta se sitúen en, como máximo, 3,6 veces y, como mínimo, el 22%, respectivamente. Para 2020, además, se estima que el primero de los ratios mencionados se reducirá hasta 3,1 veces.

Según la información del grupo, las emisiones de Iberdrola son un 30% inferiores a la media del sector en Europa, y se compromete a reducirlas un 50% para 2030 y ser neutra en carbono en 2050.