Y ahora, ¿quién? Esa era la pregunta que recorría ayer por la tarde el AVE de regreso de Madrid. La federación valenciana, que había apostado de forma mayoritaria por Álvarez, ganó el 42º Congreso confederal de la UGT, pero la entrada inesperada de Gonzalo Pino en la Ejecutiva como secretario de Política Social abre la carrera por el relevo al frente de la federación valenciana, que celebra su congreso en poco más de un mes, los días 4 y 5 de mayo.

La entrada de Pino cogió con el pie cambiado a todo el mundo. El todavía secretario general, Gonzalo Pino, explicó a Levante-EMV que hasta última hora se intentó una candidatura de integración, pero finalmente Pepe Álvarez diseñó una lista que fuera representativa de sus apoyos en la que enroló al valenciano y de la que no pudo bajarse: «Apostamos por él hace más de un año», dijo Pino.

Ahora, UGT-PV se enfrenta a un relevo poco más de un año después de la llegada de Pino en el congreso extraordinario que finiquitó la etapa de Conrado Hernández. Y lo hace sin un candidato claro. «No habrá problema. Nos pondremos de acuerdo en el sustituto o sustituta (también es el momento de las mujeres) que tenga el mayor apoyo para que todo sea más fácil», apunta el dirigente.

Fuentes del sindicato, con todo, pusieron en circulación algunos nombres como posibles sustitutos. Uno de ellos es Raúl Roselló, responsable de Empleo en el equipo de Pino. También Tino Calero, coordinador de las comarcas de Castelló. Son dos perfiles relativamente jóvenes pero con experiencia. Otro de los nombres que ha comenzado a sonar es el de Ismael Sáez, secretario general de la federación del metal. Y en las quinielas también entra el veterano dirigente de la FSP Luis Lozano, así como el de los valencianos en Madrid Paco Domínguez (servicios) y Julio Lacuerda (FSP).