Gonzalo Pino Bustos (Alicante, 1954) asegura que ha trabajado desde hace «algún» tiempo con Josep Maria Pepe Álvarez para preparar su desembarco como líder de UGT en sustitución del histórico Cándido Méndez. Pino se suma al equipo del secretario general de UGT-Cataluña, a quien conoce desde hace décadas como dirigente de la federación del metal, para tomar las riendas de la cartera de Política Sindical; es decir el área de la negociación colectiva y los convenios. Desde 2009 forma parte del staff de UGT-PV, cuya secretaría general ocupa tras la precipitada renuncia de Conrado Hernández, desgastado por la crisis económica y los despidos en el sindicato.
¿Qué balance hace del 42º Congreso de UGT que ha ganado Álvarez, aunque por un estrecho margen de diferencia respecto a Cilleros, dirigente de la federación de Movilidad y Servicios?
Muy positivo. La celebración de este evento, tras un intenso debate de ideas, nos debe devolver a abordar los problemas de la sociedad y, en particular, de los trabajadores. Ha sido muy democrático. Se han presentado tres candidaturas aunque finalmente Gustavo Santana [líder ugetista en Canarias] se retiró al no conseguir los avales suficientes. Me consta que Álvarez, quien me ofreció un puesto en su candidatura, luchó hasta última hora para conseguir una lista de integración, si bien no fue posible dadas las diferencias que le separaban con el compañero Miguel Ángel Cilleros.
¿Ha cerrado filas el sindicato a pesar de esa división?
Por supuesto. Yo no hablaría de división interna, sino de debate en la organización. El primer congreso al que se presentaba Cándido Méndez, hace veintidós años, se presentaba Lito [exdirigente del metal, ya fallecido] y no pasó nada. Méndez se ha posicionado defendiendo a Cilleros. Eso es lícito y normal en la organización.
Pepe Álvarez apuesta por el derecho a decidir en Cataluña, lo que no agrada a una parte del sindicato. ¿Cómo lo ve usted?
No ha generado tensión. Pienso que esa imagen ha sido más mediática que real en el seno de la organización. Lo que plantea álvarez es una cuestión fácil de entender en Cataluña, donde una parte de la población quiere ejercer ese derecho y hay que respetarla, tal como marca su estatuto de autonomía. Otra cosa es el grado de crispación que ha generado el PP y el Gobierno de Rajoy llevando la cuestión al Tribunal Constitucional. UGT no se ha dividido por eso.
El sindicato quiere reducir de seis a tres el número de federaciones. Esa reestructuración disminuirá el número de dirigentes. ¿Habrá rebelión?
Antes del 22 de mayo debe estar resuelta. Todavía no tienen nombre. Habrá una de industria, otra de servicios y una tercera, del sector público. Cada sector elegirá a los dirigentes de la federación.
¿Cuáles son sus prioridades al frente de Política Sindical ?
Insistir al Gobierno en la derogación de la reforma laboral, pues mantiene bloqueada la negociación colectiva. Otro de los objetivos es la recuperación del contrato de relevo que permite rejuvenecer las plantillas. En el sector del automóvil funciona muy bien. Y, en tercer lugar, diría que lucharé para conseguir que los mayores de 55 años tengan pensiones dignas.
¿Habrá Gobierno en España?
Tras el 20 de diciembre el pueblo ha pedido que exista un Gobierno de izquierdas. Los partidos deben ponerse a trabajar en serio y dejar de lado posiciones extremas. Los trabajadores no pasarán por alto que partidos de izquierda no se pongan de acuerdo y se repitan las elecciones.
El sindicato pierde afiliados y también se ve salpicado por casos de corrupción.
Me preocupa la pérdida de afiliación, sobre todo por el cierre de empresas. El trabajador que se queda en paro suele abandonar el sindicato. Respecto a la corrupción creo que volverá la normalidad. En Andalucía los compañeros implicados en los ERE saldrán de la mejor manera posible.
A la vuelta de Madrid, tras maratonianas jornadas, la dirección de UGT-PV ya prepara el congreso autonómico que se celebrará los días 5 y 6 de mayo. Las espadas están en alto y se abre la carrera por la sucesión con dirigentes como Roselló (Empleo), Calero (Castelló), Sáez (Metal) o los veteranos Luis Lozano y Julio Lacuerda (FSP), entre otros.
¿Y usted? ¿A quién cederá el testigo en UGT-PV?
Se va a mantener un proceso de normalidad tras el proceso de estabilización económica del sindicato. La situación se ha normalizado y vamos a trabajar para que exista una lista única para ocupar la secretaría general.
¿Por quién apuesta?
No hay candidatos favoritos. En la comisión ejecutiva hay compañeros y compañeras magníficos, como también en organismos y federaciones del sindicato.
¿Dejará el sillón para irse ya a Madrid?
Lo lógico es seguir aquí por el corto espacio de tiempo que queda hasta el congreso de UGT-PV. Compatibilizaré el cargo con el de la comisión ejecutiva de la confederación.
¿Ya se ha despedido del presidente de la Generalitat, Ximo Puig?
Todavía no me despedido de nadie porque aún faltan unas semanas para dejar el cargo. Aunque me trasladaré a otro órgano de dirección seguiré ligado en el día a día de UGT-PV. Ahora hay que volcarse en preparar este próximo congreso.
