Los empresarios de Benidorm Juan Ferri y José Baldó partirán el próximo 2 de abril hacia México después de que la magistrada de la Audiencia Nacional Carmen Lamela haya accedido a autorizar un viaje que se frustró el pasado julio, cuando los hoteleros exsocios de la CAM también tenían permiso judicial para realizar el mismo periplo y apenas unos días antes de la salida fueron detenidos en el marco de la causa que investiga sus negocios con la que fue la otra la gran caja de la Comunidad, Bancaja.

Una detetención a la que siguieron cuatro meses en la prisión madrileña de Soto del Real, a donde el magistrado Juan Pablo González, antecesor de Lamela en la instrucción de esta causa, les envió sin posibilidad de salir hasta que a finales de octubre fijó sendas fianzas de 6 millones que los empresarios abonaron en 48 horas.

El viaje autorizado ahora, del 2 al 14 de abril, es el segundo que harán desde que en diciembre de 2013 se les retirara el pasaporte como medida cautelar en el proceso que indaga los negocios que los hoteleros montaron en el Caribe de la mano de la CAM. Unas operaciones comerciales de las que la caja no vio beneficios, no así los empresarios, según mantuvo el instructor en el auto por el que también les envió a prisión, aunque en aquella ocasión eludible con el pago de cinco millones por cabeza que Ferri y Baldó ingresaron en la cuenta del juzgado en apenas dos días aunque después la sala de lo Penal de la Audiencia, ante la que recurrieron la cuantía, las redujo a millón y medio.

En sus peticiones al juez, los hoteleros siempre han esgrimido la necesidad que tienen de viajar al Caribe mexicano dado que allí tienen una buena parte de sus negocios. De hecho, tras el pago de los doce millones para salir de prisión, el juez ordenó a la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil que investigara el origen del dinero.