La patronal española y valenciana vienen meses reclamando a los políticos que limpien sus partidos ante los casos de corrupción que han estallado en los últimos años. Mientras, un juez de Nules investiga un presunto fraude en la Confederación de Empresarios de Castelló (CEC) y ha imputado a su secretario general, Rafael Montero, e indaga en las cuentas de una empresa vinculada. Ni en la Plana ni en Valencia se ha levantado ninguna voz que exija la salida de ninguno de los dirigentes implicados judicialmente. Ayer, este periódico reclamó a la CEC explicaciones de la situación y no obtuvo respuesta, sólo el enrocamiento.
La junta directiva de la CEC abordó por la tarde el informe encargado por la Cierval a Grand Thorton que valora diferentes escenarios futuros de las patronales autonómica y provinciales de acuerdo con la situación financiera actual de las mismas. La patronal castellonense debe más de 250.000 euros en cuotas y si la investigación judicial prospera podría tener que enfrentarse a devolver casi un millón por los cursos de formación del Servef.
La dirección de la CEC eludió ayer realizar declaraciones públicas sobre este informe y remitió a un comunicado que enviará hoy, pero en el seno de la organización se teme que el objetivo de la Cierval sea disolver las organizaciones de Castelló y Alicante. Coepa ya ha presionado para que la Generalitat se implique en su rescate, ya que en estos momentos está en concurso de acreedores.
Esta situación en ambas patronales provinciales les ha dejado en franca minoría, máxime cuando la Confederación Empresarial Valenciana (CEV) goza de una buena salud económica. Cierval tiene más problemas porque en caso de que la CEC o Coepa quebrarán se podría ver obligada a solicitar el concurso. Según fuentes internas de la CEC, en Castelló sospechan que la entidad autonómica pretende absorber sus filiales provinciales.
Sin embargo, desde la Cierval negaron esta posibilidad y aseguraron que la cúpula autonómica respetará a los entes territoriales. La patronal autonómica no quiso pronunciarse tampoco sobre la empresa de cursos de Castelló, que hace 17 años que no presenta sus cuentas. Un buen ejemplo.
