Los inversores del complejo de ocio y comercial previsto en Paterna, Puerto Mediterráneo, defienden que el desembarco del proyecto, además de los puestos de trabajo (calculan más de 4.000) y la inversión directa (unos 500 millones), será un motor económico que servirá de «revulsivo» para el área. «Una locomotora como Puerto Mediterráneo activa la economía de una zona. Pone el foco sobre ella y revitaliza los barrios», explican desde la joint venture Intu-Eurofund Investments que capitanea el inglés Ian Sandford.
El ejemplo, señalan, está en Zaragoza. Puerto Venecia, el gemelo de Puerto Mediterráneo y principal activo del grupo en España, ha provocado un boom urbanístico en el distrito de Torrero de la capital maña. Concretamente, durante la crisis se han construido en la zona unas 4.000 viviendas, aproximadamente, un área residencial con el nombre de Parque Venecia, bajo el paraguas del complejo, que está a pleno rendimiento desde el verano de 2012.
Se trata, explican desde el fondo de inversión, de iniciativa de promotores locales. «Estamos convencidos de que en Valencia pasaría lo mismo», señalan, pero aclaran: «No vamos a entrar en ese negocio. Somos un fondo que quiere invertir en estos centros. Si no podemos, no hacemos nada», explicó Ian Sandford durante una entrevista reciente con Levante-EMV.
En estos momentos, la inversión en este complejo está pendiente de un último trámite: la aprobación de la comisión de evaluación ambiental de la Conselleria de Medio Ambiente tras un periplo administrativa de largo recorrido en que el proyecto ha recabado el apoyo de cerca de medio centenar de informes. Entre ellos de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ).
«Comprado» el 83% del suelo
En la Conselleria de Economía, pese a que reconocen que si el proyecto cumple la normativa no hay forma de oponerse, mantienen su rechazo frontal. Por desacuerdo con este modelo comercial, y también porque entienden que esa zona, en un nudo de comunicaciones de carretera y pegado a Valencia, puede verse saturada. Además, recelan de que el aterrizaje desemboque en un «modelo urbanístico depredador».
En cualquier caso, y a la espera de los trámites administrativos, el grupo inversor va haciendo camino y ya ha comprado o apalabrado la compra con el 83% de los propietarios del suelo, por encima del 50% recomendado por la Generalitat. Se trata de una cuarentena de propietarios, aproximadamente. En algunos casos ya ha habido desembolso; en otros se ha acordado condicionado al desarrollo del proyecto.
