Alboraia aprobó la semana pasada solicitar a la Generalitat la declaración de Zona de Gran Afluencia Turística (ZGAT) para que las grandes superficies de su área costera puedan abrir en Semana Santa y Pascua y entre el 15 de junio y el 15 de septiembre. Los apartamentos de Port Saplaya aportan el argumento jurídico para la aprobación de esta zona, de la que se beneficiarán los operadores como Alcampo y Leroy Merlin.

El gobierno en minoría del PSPV ha exigido a estas empresas contrapartidas en forma de ampliaciones de contratos y nuevos empleos. Y chequeará esos compromisos antes de renovar la declaración de la ZGAT el próximo año.

Ello no ha evitado que el grupo municipal de Compromís vote en contra de esta declaración. El partido, que dirige la Conselleria de Economía responsable de la competencia de Comercio, se opone como principio a las aperturas dominicales y busca frenar un modelo que se extiende cada vez más.

Como Alboraia, la gran mayoría de municipios con costa han ido reclamando durante los últimos años la concesión de permiso para que su comercio pueda abrir en periodos vacacionales (no solo estivales). En estos momentos, solo 18 de los 60 municipios valencianos con playa no ha pedido acogerse a este figura que permite a los comercios de más de 300 metros cuadrados (los de menos pueden hacerlo siempre) abrir sin límite: todo el año o el periodo al que se refiera la declaración de la ZGAT. Los alcaldes lo ven como una forma de ser más competitivos desde el punto de vista turístico. Y en época de crisis, también se ve como una oportunidad de generar empleo.

Esos municipios costeros sin zona de gran afluencia se concentran en Valencia, sobre todo en el área de l´Horta Nord (Albuixech, Albalat, Puçol, Foios, Massamagrell), con poca vivienda turística o afectados por la autovía. También en Castelló, donde Nules, Burriana, Almassora o la propia capital no han pedido esta figura.

El avance de la libertad horaria ha sido paulatino desde 1994 (ver gráfico en levante-emv.com), y se ha concentrado especialmente en Alicante, la provincia de mayor vocación turística: absolutamente todos los municipios con un metro de playa se han acogido a la zona de gran afluencia.

En busca de una solución global

Existen diferentes fórmulas: desde los municipios que la piden para todo su término durante todo el año hasta los que piden la ZGAT en un distrito concreto o limitan el permiso a épocas como verano o Semana Santa y Pascua.

Además, la Conselleria de Economía maneja internamente previsiones de que otra veintena de municipios reclame próximamente esta figura. Son los que cuentan con grandes operadores comerciales en su término.

Es este escenario el que ha llevado a la conselleria que dirige Rafa Climent a buscar una solución drástica, para toda la autonomía, que haga de freno a este goteo de declaraciones. Se trata de una propuesta que permita abrir en todo el territorio, pero únicamente en verano, Semana Santa y Navidad.

Es una forma de frenar propuestas como la de Alicante, para abrir todo el año, pero también de evitar conflictos entre municipios como los que se producen en áreas donde operadores no pueden abrir pero los del pueblo de al lado, sí. Lo que pasaría, por ejemplo, si el Alcampo de Alboraia no pudiese abrir y los clientes de su área se fueran al parque de superficies de la vecina Massalfassar.

Con todo, la propuesta de solución autonómica está siendo acogida con tibieza por el pequeño comercio y los sindicatos. Entienden que puede crear un problema donde antes no lo había.