Fernando Ibáñez, fundador de Circulantis y director general de Ética Patrimonios EAFI, lamentó ayer el freno que supone para el despegue de las fintech (las startups financieras) la bancarización de España. El directivo incidió en la excesiva influencia política y regulatoria de la banca española, aunque aseguró que la situación ha comenzado a cambiar por el impulso de las fintech como demuestra el lanzamiento de Imagin Bank de la Caixa.

El director general de Ética Patrimonios EAFI (que es una empresa de asesoramiento financiero independiente) fue el ponente de la tercera reunión del Foro de Asesoramiento Patrimonial. Ibáñez explicó que el fenómeno de las fintech es imparable. «En España ya hay más de 120 empresas fintech que ofrecen diferentes servicios financieros. El sector captó el año pasado 130 millones de euros de inversión con un crecimiento del 50% sobre el 2014», indicó.

Ibáñez, que conoce de cerca la situación como fundador de la fintech Circulantis, destacó que este tipo de startups «aportan transparencia en la gestión y en el cobro de comisiones, y reducen los costes y las cantidades mínimas para acceder a un asesoramiento profesional».

El responsable de Ética Patrimonios admitió que las fintech no son una panacea que resuelve todos los problemas de la banca tradicional, pero insistió en que «ya están transformando de manera determinante el sector financiero». Ibañez añadió que la directiva europea de financiación alternativa ha potenciado el desarrollo de este tipo de startups, aunque «también ha favorecido la aparición de algunas prácticas aisladas agresivas basadas en el enfrentamiento con las ofertas tradicionales».

El foro debate de asesoramiento patrimonial está impulsado por la Fundación de Estudios Bursátiles y Financieros, Broseta Abogados y Ética Patrimonios EAFI.