La reciente reducción de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE), que los ha situado en el cero por ciento, se ha convertido, como era de esperar, en una pésima noticia para los ahorradores, que están percibiendo remuneraciones por su dinero cada vez más testimoniales, en las cantidades a plazo, o incluso nada, en los depósitos a la vista. Así, Bankia, la primera entidad de la autonomía, ha empezado a notificar a sus clientes sus nuevas tarifas para ciertas cuentas corrientes, como la Libreta Interés: hasta 10.000 euros no abonará ni un céntimo. Es decir, aplicará un tipo del 0 %. A partir de esa cantidad, el interés será del 0,05 %. No es el único caso. El Sabadell, heredero de la CAM, asegura que, para las cuentas a la vista habituales, la entidad no paga nada. CaixaBank, que absorbió el Banco de Valencia, tampoco remunera los depósitos a la vista «en líneas generales», si bien hay casos particulares que «dependen de la vinculación del cliente y del importe».

El Banco de España situaba el pasado enero, antes de la actuación del BCE, en el 0,10 % el tipo de interés medio de los depósitos a la vista. Se trata, tradicionalmente, del producto financiero peor remunerado. Ahora muchas entidades ya no pagan por él, lo que abona el fantasma cada vez más presente de que empiecen a cobrar. Baste recordar al respecto cómo los depósitos a plazo estaban de media el pasado febrero, según el supervisor, en el 0,65 %, aunque muchas entidades pagan a un año en torno al 0,2 % en nuevas operaciones.

Y es que, en un contexto de extrema dureza para el sector por la caída de márgenes, los recursos ajenos son cada vez menos apetecibles. Fuentes del sector aseguran que las entidades financieras han perdido en estos momentos el interés por captar depósitos. No hacen políticas activas. Los motivos son varios. Por una parte, no tienen problemas de liquidez gracias a las medidas del BCE. Por otro, el gap comercial „el porcentaje de créditos cubierto con depósitos„ es favorable en numerosos bancos, así que tienen exceso de dinero de los clientes. Con el euríbor en negativo „al igual que la deuda pública a doce meses„, las entidades pierden dinero y además el BCE les cobra por guardárselo.