La batalla judicial por la libertad horaria continúa en Valencia y aparecen nuevos actores. La Asociación de Comerciantes de Nuevo Centro, que agrupa a un centenar de pequeños y medianos empresarios, va a iniciar ya esa vía para intentar revertir el cambio en el régimen de libertad horaria. Una modificación del ayuntamiento que ha dejado a esta galería sin la condición de zona de gran afluencia turística (ZGAT), la que le ha permitido desde 2013 abrir sin límites.
Así lo confirmó ayer a este diario Vicente Dobón, presidente de la asociación. Esta entidad se encontraba ayer por la tarde estudiando con su representante legal qué vía seguir: si la justicia ordinaria o pedir el amparo de la CNMC por el agravio respecto a otras áreas de la ciudad, como el centro de Valencia, donde el comercio podrá seguir abriendo. También estudian una tercera vía administrativa, todo con el objeto de que todas las tiendas del centro vuelvan a ser aperturables en festivos. Los comerciantes de Nuevo Centro se suman así a Arena, junto al estadio del Levante, que también pierde la condición de ZGAT.
En paralelo a esto surge otro debate dentro de cada centro. Y es que aunque no podrán abrir en festivo las grandes superficies como El Corte Inglés, Carrefour, Worten, o las cadenas de Mango o Inditex, la ley estatal sí permite hacerlo a las pymes de menos de 300 metros.
En Nuevo Centro, con todo, la decisión provisional es no abrir. Así lo ha decidido la comunidad de propietarios, el órgano que dirige este complejo en el que, grosso modo, la superficie de cada local determina su peso en la toma de decisiones.
No será hasta finales de este mes, en la asamblea trimestral, cuando se decida definitivamente si el centro abre sus puertas en domingos para que los pequeños comercios puedan abrir al público o se cierra por completo.
El asunto es controvertido. Las grandes superficies que controlan la mayoría no tiene intención de impedir que los pequeños puedan abrir. Hacerlo sí que podría derivar en un conflicto de competencia con alcance judicial. Eso sí, en la asamblea se les trasladará que los que decidan abrir deberán correr con los gastos. Y no son pocos.
Según explica Alfredo Tell, gerente de Nuevo Centro, el gasto anual de abrir los festivos, aunque sea la zona común (entre luz, seguridad y limpieza) puede rondar los 150.000 euros.
No es fácil calcular en estos momentos qué voluntad manifestarán los pequeños comerciantes respecto a abrir sin el tirón de los grandes, ya que «difícilmente les compensará». Ni siquiera la Asociación de Comerciantes ha decidido qué posición mantendrá en la asamblea de final de abril.
Según los datos que maneja la dirección de Nuevo Centro, de los aproximadamente 190 comercios existentes (ocupan 250 locales), sólo el 60% ha estado abriendo en festivos los últimos años de libertad horaria.
