El debate de los horarios comerciales en Valencia sube de temperatura y se acerca a la crispación entre el Ayuntamiento de Valencia, a través de su concejal de Comercio, Carlos Galiana, y el centro comercial Arena, uno de los afectados por la nueva regulación, que ya no puede abrir en festivos.

Arena lanzó la pasada semana una campaña publicitaria para informar del fin de la libertad horaria. La imagen, de una niña llorando por el cierre dominical («Ya no abrimos los domingos (de momento...)», dice el cartel), no gustó al concejal, que fue muy crítico en las redes sociales: «Creo, sinceramente, que se equivocan, no en sus reivindicaciones, que pueden ser muy lícitas. Se equivocan de todas todas en la campaña. El departamento de comunicación debería haberlo pensado dos veces antes de lanzarla. Van a conseguir el efecto contrario. La empatía es muy importante en el comercio y con esa imagen van a lograr rechazo y eso sí que afectará a las ventas».

Desde el ayuntamiento justifican su política de restricción horaria, entre otros argumentos, con el de la conciliación familiar de los trabajadores. En su mensaje, además, reprochó al Arena: «El ayuntamiento les ha tendido la mano desde el principio, morderla no facilita las cosas. Aún así, mantengo mi posición de diálogo y colaboración con ellos».

El cartel de la niña generó polémica en las redes sociales, donde se expusieron posiciones a favor y en contra de la supresión de libertad horaria. El cartel fue retirado ayer lunes, una vez había pasado el domingo para el que había sido diseñado.

En el centro comercial, en todo caso, no se había disipado el malestar con las palabras del concejal. «No nos han tendido la mano. No han querido saber nada hasta que no han llegado a un acuerdo. No nos han querido recibir», afirmó ayer Guillermo Stuyck, gerente de Arena. «Seguimos pensando que es una resolución nula, injusta y que acumula responsabilidad patrimonial y si los tribunales nos dan la razón pagaremos todos los valencianos», lamentó.