La solución al concurso de acreedores del grupo Ros Casares parece mucho más cercana después de que las partes enfrentadas por la deriva del holding empresarial firmaran la paz social entre ellas, según las fuentes judiciales consultadas ayer por este diario. Ante notario y en el despacho de Varona Abogados, la familia Ros y el grupo alemán Thyssen, en presencia de los seis administradores concursales, sellaron un acuerdo en virtud del cual las dos partes renuncian a las acciones judiciales que se cruzaron entre ellas después de que Thyssenkrupp cerrara en 2013 la planta de Galmed en Sagunt que proveía materia prima a Thyssen Ros Casares de El Puig, participada por las dos sociedades.

Las fuentes consultadas, no obstante, precisaron que el mencionado pacto no se consumará hasta que se cierre la operación de venta del grupo valenciano. Por tanto, en caso de que esta finalmente encalle, las dos partes mantendrían sus litigios.

Sin embargo, el acuerdo implica suprimir el principal escollo para que se pueda formalizar una venta, así que todo indica que esta se podrá concretar siempre que no surjan problemas de última hora. De haberse mantenido el contencioso entre las dos partes, el grupo valenciano no habría tenido otro futuro que la liquidación, según las mencionadas fuentes, que explicaron al respecto que la previsión es que antes de que acabe este mes el titular del juzgado de lo Mercantil número uno de Valencia que lleva el concurso de acreedores tome una decisión definitiva.

En principio, seis han sido las ofertas que se han presentado por el grupo valenciano. Pese a ello, las fuentes judiciales consultadas aseguran que solo dos tienen posibilidades de concretarse finalmente, dado que se trata de las dos únicas que, además de las actividades y negocios de Ros Casares, están dispuestas a hacerse cargo de la plantilla de trabajadores. Se trata de los alemanes de Thyssenkrupp y del fondo JZ International, que acude a la oferta junto al grupo financiero valenciano Gedesco.

El grupo Ros Casares presentó el concurso de acreedores en julio de 2014 en el marco de la pugna con Thyssen sobre el futuro de la firma compartida por ambas al 50 %.