La C. Valenciana no es un destino prioritario para la inversión china. Al menos no para las grandes operaciones, las multimillonarias, esas que protagonizan grandes grupos de inversión y tiene como destino objetivos emblemáticos, como el Edificio España, de Madrid, adquirido por Wanda; o Bodegas Osborne, hoy del grupo Fosun.

Sin embargo, sí comienzan a proliferar en territorio valenciano operaciones más pequeñas, que suelen quedar por debajo del radar, pero que tienen como objetivo dos de los nichos preferidos de la inversión china en España: el turismo y el sector inmobiliario.

Una de estas operaciones se ha producido recientemente en Valencia. Un grupo de empresarios chinos ha adquirido el número 63 de la Gran Vía Fernando el Católico, un edificio entero para su rehabilitación y conversión en apartamentos turísticos.

El edificio, adquirido hace meses, se encuentra en fase de reforma. La idea pasa por montar 24 apartamentos turísticos, e incluye la ampliación de una vivienda ático y cambia el acceso del edificio, explican fuentes municipales.

La inversión la capitanea Chen Wu Keping, un empresario chino afincado en Valencia desde hace tres décadas y que también ha sido la punta de lanza para otra operación de calado: la compra por parte de capital chino del centro comercial El Teler, en Ontinyent.

«La inversión china es tímida pero constante en Valencia», explican desde un importante despacho jurídico en Valencia. Desde 2013, cuando un cambio legal permitió conceder visados temporales a extranjeros a cambio de inversiones de medio millón, se ha producido un repunte de actividad inmobiliaria de origen chino, explican las mismas fuentes. Con todo, los choques que inversores asiáticos están viviendo con la clase política, mantiene la inversión china por debajo de lo esperado.