El ministro de Economía, Luis de Guindos, ha rebajado este fin de semana en tres décimas las previsiones de crecimiento para España hasta el 2,7% para 2016 y al 2,4% para 2017.

De Guindos, en el marco de una reunión del Fondo Monetario Internacional (FMI), explicó que la rebaja de la previsión de crecimiento se debe a la «desaceleración» de la economía global y aseguró que, en todo caso, esta desaceleración será «menos intensa en España que en los países de su entorno».

Además, De Guindos está convencido de que las nuevas previsiones responden a un cálculo «realista» y señala que «prácticamente coinciden con las del FMI», que el martes recalculó a la baja las previsiones de crecimiento para España hasta un 2,6% en 2016 (una décima menos que en el cálculo de enero) y hasta un 2,3% en 2017.

La semana pasada, el ministro en funciones anunció que, pese a la «incertidumbre política» España ha crecido un 0,7% el primer trimestre de 2016, un porcentaje que, pese a ser «fuerte», también ha sido «ligeramente más débil que el del año anterior», según reconocía.

De Guindos argumenta la desaceleración del crecimiento sosteniendo que España «no es inmune» a la desaceleración económica que se produce tanto a nivel europeo como a nivel global, pese a que aseguró que las nuevas previsiones de crecimiento «seguiría incrementando» el diferencial positivo de España respecto a la Eurozona. «Este mejor comportamiento se va incrementando y va siendo cada vez más intenso», aseguraba.