Investigadores de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) estudian nuevas alternativas para el cultivo de chufa ante un escenario de restricción de agua, entre ellas la combinación de cultivo en mesetas y riego localizado en alta frecuencia. Esto permitiría multiplicar la eficiencia hídrica prácticamente por cuatro, sin afectar negativamente ni al rendimiento ni a la calidad de la cosecha.

Según informaron fuentes de la UPV, esta es una de las diferentes estrategias de plantación y de riego analizadas por los investigadores valencianos y que ha sido publicada en la revista «Agricultural Water Management».

El estudio ha sido llevado a cabo en las instalaciones del Centro Valenciano de Estudios sobre el Riego (CVER) y el Departamento de Producción Vegetal de la UPV, bajo la coordinación de Bernardo Pascual y Nuria Pascual-Seva. Durante dos campañas -la de 2011 y la de 2013- analizaron la relación entre diferentes configuraciones de plantación y el riego localizado de alta frecuencia, con el rendimiento de la explotación, en los campos experimentales de la Universidad Politécnica de Valencia. Las configuraciones de plantación analizadas fueron: mesetas con tres líneas de plantas y tres tuberías de riego; mesetas con tres líneas de plantas y dos tuberías porta-emisores; mesetas con dos líneas de plantas y dos tuberías porta-emisores; y, por último, lo que se conoce como caballones (una línea de plantas y una tubería porta-emisores). En la actualidad, la práctica de cultivo habitual es en caballones y riego por los surcos, según han señalado las mismas fuentes.

No obstante, en los diferentes estudios que han llevado a cabo los investigadores, la combinación de cultivo en mesetas y riego localizado de alta frecuencia, permitiría multiplicar la eficiencia en el uso del agua de riego prácticamente por cuatro, respecto al cultivo tradicional. Bernardo Pascual, investigador del CVER y director del Departamento de Producción Vegetal de la UPV, ha asegurado que el objetivo principal de este trabajo "no es recomendar un tipo de riego u otro, sino estudiar alternativas que permitan reducir el consumo de agua en el cultivo, sin que ello influya en el rendimiento y características del producto final». Una de las posibilidades «es pasar de riego por surcos a riego localizado», según ha señalado el investigador.

Por lo que respecta al rendimiento, las tres configuraciones de meseta del estudio obtuvieron mejor resultado que los caballones, sin diferencias estadísticamente significativas entre ellas.

La mayor eficiencia en el uso del agua de riego se obtuvo con la meseta de tres líneas de plantas y dos tuberías, con diferencias significativas respecto a las otras estrategias analizadas. Además, ni el rendimiento ni el peso medio de los tubérculos se vieron afectados por la utilización de esta estrategia.