La política de restricción horaria del Ayuntamiento y la Generalitat acaba de ganarse un nuevo enemigo de peso. A los recursos judiciales y administrativos (unos presentados, otros en camino) de El Corte Inglés en Alicante, y Unió Gremial, el centro comercial Arena o los comerciantes de Nuevo Centro en Valencia, se une ahora el del gigante portugués Sonae.

Se trata de la compañía que agrupa a marcas como Worten, Sport Zone o Zippy (moda infantil). En total tienen cinco tiendas en Valencia, y tres de ellas se encuentran en el centro comercial Arena, afectado por el cambio de zonas de gran afluencia turística en vigor desde el pasado 10 de abril y que reduce de cinco a dos (centro y Ciudad de las Artes) las áreas liberalizadas.

Así lo confirma el representante legal del Sonae SR, la rama del grupo dedicada al comercio especializado de electrónica, moda o deportes. Este gigante, cotizado en bolsa y dirigido por Paulo Azevedo, factura unos 5.000 millones al año.

Mañana miércoles presentará una reclamación ante la secretaría de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Es una vía rápida de recurso. El grupo aspira a que antes de la campaña de verano, en un plazo de más o menos un mes, el organismo económico asuma sus argumentos por la ruptura de la unidad de mercado y el pleno de la CNMC presente un recurso contencioso-administrativo ante la Audiencia Nacional. Eso supondría la suspensión automática de la resolución de la Conselleria de Economía y la vuelta a las cinco zonas.

En opinión del letrado Rafael Maortua, «la introducción de normas que discriminan a operadores económicos en función de su ubicación rompe la unidad de mercado y genera situaciones de ruptura de la libre competencia. Y en Valencia claramente se perjudica a todos menos El Corte Inglés y Carrefour». El letrado cita como argumento el reciente posicionamiento, publicado por Levante-EMV el pasado sábado, de la Secretaría para la Unidad de Mercado en relación a la situación de Alicante. En resumen, dice que la diferencia de regímenes de libertad operaria para operadores que compiten por un mismo mercado o en un mismo área genera ventajas de unos sobre otros.

Pero este movimiento de Sonae SR, la matriz de Worten, puede tener implicaciones más inmeditas todavía. La reducción de zonas de libertad horaria en Valencia se sustenta en un pacto entre la patronal de grandes superficies (Anged) y el ayuntamiento que fija unas condiciones. Y una de ellas es que la patronal «se compromete a no entablar ninguna acción judicial contra la resolución de reducción de las nuevas ZGAT propuestas».

Se dio por hecho desde el principio que el pacto también obligaba a los socios de Anged (El Corte Inglés, Carrefour, Media Markt, C&A, Leroy Merlin, etc), con lo que este paso de Worten puede reventar los cimientos en que se asienta el pacto de Valencia. El ayuntamiento advirtió de que el incumplimiento de esta u otras cláusulas le liberaba para imponer la restricción horaria en toda la ciudad.

Alicante vuelve a intentarlo

Por otro lado, el alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri, ha recuperado su propuesta de libertad horaria para todo el gran comercio de la ciudad a cambio de que las grandes superficies se comprometan por escrito a crear empleo. Una propuesta que ya fracasó hace unas semanas.