El sector agroalimentario valenciano no está excesivamente satisfecho con la gestión que la Conselleria de Agricultura está realizando de este motor de la economía valenciana. Ayer, para tranquilizar a los representantes, que en público y en privado muestran su malestar, el propio presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y la consellera del ramo, Elena Cebrián, les recibieron en el Palau de la Generalitat en un encuentro que se alargó media hora más de lo previsto. A la salida, el Ejecutivo se comprometió a mantener encuentros mensuales y un plan para combatir el minifundismo, fomentar el cooperativismo y remodelar el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA).

El sector le trasladó al presidente y a la consellera sus quejas y reclamaciones. El presidente de la Unió de Llauradors, Ramón Mampel, solicitó 40 millones de euros más de recursos propios para políticas agrarias que se deberían añadir a los 20 consignados en los presupuestos de la Generalitat de 2016. En este sentido, Mampel reconoció que el actual modelo de financiación dificulta la llegada del dinero.

Cebrián, que seguró sentirse identificada con los problemas del sector, admitió que los presupuestos para la agricultura son «muy ajustados» pero lo achacó a haber priorizado las «políticas sociales». También reclamó una financiación justa.

Ante las críticas de AVA sobre la priorización de la agricultura ecológica, Cebrián defendió que hasta la fecha «había estado desatendida» y justificó su impulso en que «es una demanda del mercado que atrae a los jóvenes». El presidente de AVA, Cristóbal Aguado, advirtió de los peligros de las plagas si la UE reduce sus controles en cultivos importados de África.

Félix: «Competencia brutal»

Dede el sector agroalimentario, su presidente, Federico Félix, se mostró partidario de las propuestas de los agricultores y alertó de la «competencia brutal» en los supermercados, lo que repercute negativamente en los productores de materias primas. «En 2016 abrirán 600 supermercados, el sector está sobredimensionado», alertó Félix. El empresario propuso al Consell que emule a Francia y cuide el mercado para que los precios no se desplomen. «Sólo reclamamos que se cumpla la ley de la Cadena Agroalimentaria».