La manifestación que ayer por la mañana tuvo lugar en las principales calles del centro de Valencia con motivo del 1 de Mayo, Día del Trabajo, contó con una novedad importante respecto a la de años anteriores. Por primera vez los sindicatos organizadores, UGT y Comisiones Obreras (CC OO), pudieron mirar a los ojos al mismo presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, para, ante miles de personas, lanzarle sus reivindicaciones.

Las formaciones coincidieron en reclamar al Consell que «aumente la velocidad de crucero» a la hora de poner en marcha políticas que sirvan para afrontar aspectos como la desigualdad social, llevar a cabo un cambio de modelo y luchar contra la economía sumergida, que, según apuntaron, en la Comunitat Valenciana alcanza el 30 %. «Necesitamos políticos audaces, valientes, que no teman hacer frente a situaciones enquistadas en nuestra sociedad», apuntaba Gonzalo Pino, secretario general de UGT.

Tanto él como Paco Molina, su homólogo en CC OO, reconocieron que, aunque «muy poco a poco», se están dando pasos, y citaron la apertura del diálogo social puesta en marcha por el gobierno autonómico, que incluye tanto a la patronal como a los trabajadores. «La intención es loable, el paso necesario para poner en marcha un contrato social progresista», señalaba Pino. Molina, por su parte, pidió al Ejecutivo Autonómico que «baje del discurso y el voluntarismo a la concreción», o, lo que es lo mismo, que empiece a poner en marcha medidas reales para atender la emergencia social.

A este respecto, el presidente Puig respondió que desde el Consell también se quiere «ir más deprisa» y por ello «hemos abierto la mesa del diálogo social con los sindicatos y la patronal». Hoy hay previsto un pleno monográfico sobre empleo en el que «están concernidas todas las consellerias porque es fundamental que tengamos una mirada conjunta que nos permita superar definitivamente la crisis».

Pese a todo, el presidente insistió en que la Comunitat Valenciana tiene «una gran dificultad añadida, que es la financiación autonómica» porque, según apuntó, «hay muchas políticas industriales que están limitadas absolutamente porque nosotros podemos gastar la mitad de otras comunidades en ese tipo de políticas».

Puig participó en la manifestación del 1 Mayo «como he hecho y espero poder hacer siempre», pero en este caso como presidente del Consell. Apuntó que su gobierno tiene «importantes retos» como el de reducir el paro juvenil y el de mayores de 45 años o garantizar las pensiones.

Los sindicatos criticaron los Papeles de Panamà, la crisis de los refugiados o la corrupción valenciana. «Que devuelvan todo lo que han esquilmado», dijo Molina.